Un portavoz de los talibanes descartó la posibilidad de ampliar el alto el fuego pactado con el Gobierno, cuando concluyan las celebraciones del Eid al Fitr, que marcan el fin del mes santo musulmán del Ramadán.
“No hay intención de prorrogar el alto el fuego”, afirmó el portavoz talibanes, Zabihulá Muyahid. “Nuestras operaciones normales comenzarán mañana”, apuntó al tiempo que explicó que los talibán abandonaron las zonas controladas por el Gobierno ayer y hoy retomarán la ofensiva.
La tregua entró en vigor en la medianoche del jueves al viernes y propició emotivas imágenes de militares y talibanes abrazándose y haciéndose fotografías juntos en las principales ciudades afganas.
“Para evitar perjudicar a nuestros compatriotas (…), todas las autoridades deben prohibir a los muyahidines (talibanes) bajo su mando participar en las celebraciones y concentraciones”, indicó el portavoz de los talibanes.
Por su parte, la oficina del presidente afgano, Ashraf Ghani, anunció ahora una prórroga de diez días a pesar del anuncio de los talibanes. “Las fuerzas de seguridad afganas se pueden defender de cualquier ataque”, explicó la portavoz presidencial Durani Waziri.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, anunció el sábado que ordenaría prorrogar de forma indefinida el alto el fuego, lo cual fue celebrado dentro y fuera de las fronteras de Afganistán.
Dentro del país las críticas destacan que era “un grave error” permitir a los talibanes entrar en las zonas bajo control de las fuerzas de seguridad sin control alguno, en palabras del político y exidrector de los servicios secretos Amarulá Salé. “No tenemos mecanismos para mitigar una violación del alto el fuego por los talibanes”, advirtió.
Varios diputados criticaron que Ghani no consultara la decisión del alto el fuego indefinido y advirtieron que si los talibán rechazaban prorrogar la tregua, las fuerzas gubernamentales se quedarán sin recursos.
Fuentes diplomáticas occidentales destacaron desde Kabul que se trataba de “una medida audaz”, pero platearon sus dudas sobre lo que ocurrirá si los talibán no aceptan una prórroga, como finalmente ha pasado. “Las consecuencias serían desastrosas”, advirtió.
“Los talibán siempre pueden utilizar un alto el fuego para atacar a los extranjeros”, señaló otro diplomático occidental. “Nadie tiene ni idea de cuántos talibán se esconden en las zonas civiles ahora mismo”, argumentó.
