He leído con mucho interés dos artículos en este periódico, uno el 16 de octubre de Goyo de Frutos titulado ‘A los socialistas de bien’, y otro del 4 de noviembre de Manuel Fernández ‘Carta abierta a los socialistas segovianos’. Ambos motivo de reflexión para aquellos a quienes van dirigidos.
Modestamente, yo quiero dirigir el mío, también con todo respeto, a los votantes que votaron a Sánchez para que no gobernara la ultraderecha, esa ultraderecha que, por cierto, defiende la Constitución y la unidad de España.
Mi impresión es que la derecha extrema y la extrema derecha, son esos dos partidos separatistas (PNV y Junts) que quieren romper España y aprovecharse de los españoles. Son como las sanguijuelas, solo que en vez de chupar sangre se dedican a chupar de los presupuestos, y en definitiva, de los impuestos que pagamos todos. Por ejemplo, si dividimos los 15.000 millones que tras el pacto con ERC recibirán los separatistas (que no Cataluña), entre los 48.196.693 habitantes de España, el resultado es que tocamos a 311,22 euros todos y cada uno de los españoles, niños incluidos. Y eso es solo una pequeña parte de lo que nos iremos enterando poco a poco, porque acabo de leer que Sánchez y Puigdemont pactan una amnistía reforzada y más concesiones económicas.
Sánchez, que ya ha llegado a un acuerdo con ERC, se va a apoyar también en comunistas, en filoterroristas de extrema izquierda, y en las dos derechas separatistas más insolidarias, rancias y xenófobas. Y lo triste es que su xenofobia, es decir su fobia a los extranjeros, va dirigida fundamentalmente a todos los españoles a quienes no sólo nos consideran extranjeros, sino que nos insultan llamándonos ‘maquetos’ y otras lindezas parecidas. No me extraña que Albert Einstein calificara a los nacionalismos como “el sarampión de la humanidad”.
Por tanto, los que han votado a Sánchez solo para ir en contra de la ‘ultraderecha’, van a tener que aguantar con los dos partidos de extrema derecha nacionalistas (PNV Y Junts), el nacionalismo de izquierda (ERC) , el conglomerado comunista de Sumar, y con el nacionalismo de extrema izquierda (Bildu).
¿Realmente eso es lo que votaron? Yo creo que no; por eso pregunto con la sana intención de saber, ¿se sienten engañados o están cómodos con esta situación? ¿Están de acuerdo con la amnistía a delincuentes que quieren romper España y con el perdón de la deuda?
¿Entienden que se puede gobernar España con quien quiere destruirla? ¿Les parece bien que se dé la consideración de ‘president’ al prófugo delincuente?. Son preguntas sencillas cuya contestación nos gustaría conocer.
Todo esto me hace recordar a un amigo, creo que votante socialista, que un día me dijo que le gusto más cuando escribo artículos de historia o de arte que cuando escribo de política. Pues voy a aprovechar este escrito para contestarle que me gustaría más hablar de otros temas, pero desgraciadamente no puedo evitar hablar de situaciones que me indignan. Ya lo siento, pero también el silencio puede ser cómplice. De todas formas, yo lo invito a que coja la pluma y manifieste su opinión sobre todo lo que está pasando, porque sería muy ilustrativo para muchos españoles que ya no entendemos nada.
Y quiero concluir este breve escrito con unas palabras del presidente de la Asociación de ex parlamentarios españoles, el bueno de Juan Van-Halen, escritor, historiador y político: “España despertará. Y cuando España despierta es implacable. Sánchez buscará una salida personal por esos mundos porque aquí no podrá salir a la calle. Y los palmeros que le han seguido, desoyendo el alegato de sus conciencias, quedarán huérfanos de bicocas y señalados en sus pueblos y ciudades. Esto lo viviremos. Por eso confío, como tantos españoles, en que nuestra historia no volverá a escribirse desde el chantaje de media docena de votos de quienes no creen en España. Sean presidentes de Gobierno o fugados de la Justicia”.
