Los profesionales del Servicio de Urgencias del Hospital General aprovecharon el Día Internacional de las Urgencias y Emergencias que se celebraba ayer para reivindicar una vez más la necesidad de contar con una especialidad propia que permita ofrecer una mejor formación.
Este servicio ha sido uno de los principales baluartes contra el coronavirus estos últimos años, demostrando su profesionalidad, dedicación y saber hacer. Con un trabajo poco ligado a la homogeneidad y a la tranquilidad, su labor es tan diversa que difícilmente dos días afrontan realidades parecidas. Por ello, reclaman una formación homogénea y homologa, como con la que cuentan la mayoría de países del entorno. De hecho, más de 100 países cuentan con esta especialidad médica en su haber.
Por ello, ayer volvieron a reivindicar bajo el lema ‘Nosotros cuidamos de ti, por favor cuídanos’ su sacrificio, que conlleva una atención que se extiende durante las 24 horas de los siete días de la semana y que se desarrolla en los 365 días del año. “Su formación se debe al voluntarismo, al sacrificio particular de cada profesional que ama su profesión y ha decidido dedicar su tiempo y recursos a formarse por su cuenta. Debemos trabajar por alcanzar la igualdad real dentro de la ciencia y, en concreto, de los Servicios de Urgencias y Emergencias”, señalaron desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).
Los propios profesionales de esta rama del Hospital General aprovecharon ‘su día’ para reunirse con los principales mandatarios políticos de la provincia, que escucharon sus demandas. De esta forma, tuvieron encuentros con el delegado territorial de la Junta en Segovia, José Mazarías; con el presidente de la Diputación provincial, Miguel Ángel de Vicente; y con la alcaldesa de la capital, Clara Luquero, que hizo hueco en su agenda durante su último día de mandato para recibir a los representantes del colectivo.
Aunque hay “varias cosas a mejorar”, los profesionales de este servicio prefirieron concentrar todas sus demandas en la especialidad, aclaró Luis Gómez, jefe de Servicio de Urgencias Hospital General de Segovia. “No podemos pedir más que atiendan al ruego y nos permitan que tengamos especialidad”, señaló Gómez, que aprovechó para destacar que esta medida no solo beneficiaría a los profesionales, sino también a los pacientes tratados. “Queremos atender a la población de la mejor manera posible, y esa mejora tiene que llegar desde una formación reglada”, destacó.
El jefe de Servicio aclara que en la actualidad los profesionales se deben al voluntarismo de la propia plantilla, un sacrificio particular que tendría que ser suplido por una formación “homogénea y reglada”. A pesar de que esta reivindicación lleva años encima de la mesa sin materializarse, Gómez se muestra optimista de cara al futuro: “estoy seguro que les vamos a terminar convenciendo de la conveniencia de tomar esa decisión”.
Esta necesidad de crear la especialidad es compartida por los sindicatos. En el caso de UGT, señalan con motivo del día internacional que “la creación de la especialidad supondría asentar la calidad del servicio que se presta en una formación reglada y homogénea que diera respuesta a la tecnificación creciente de la actividad diaria y a la especificidad del trabajo que se desarrolla en los servicios de Urgencias hospitalarios y en los servicios de Emergencias”.
Desde UGT Servicios Públicos Castilla y León esperan que “de una vez” se cumplan las promesas de reconocimiento de la Especialidad de Urgencias y Emergencias por parte del Ministerio de Sanidad, “porque no es un tema económico sino de dignificación de la profesión y de calidad asistencial”, señalan en un comunicado.
El servicio por dentro
“Todos sabemos que el peor día es el lunes, con medias de pacientes muy altas” tras el fin de semana, señala el jefe de servicio del Hospital General, Luis J. Gómez. Por el contrario, el martes miércoles y jueves suelen ser “más flojos”. Sin embargo, en Urgencias no hay nada escrito y cada día puede dejar sorpresas que echen por tierra las estadísticas. “Nunca sabes cómo va a venir el día”, resume.
Además de reuniones con los profesionales de los turnos anteriores para dar cuenta de los detalles importantes, el número de pacientes “aumenta a medida que el día avanza”. Los números se incrementan desde primera hora, desde las ocho o nueve de la mañana, una tendencia que no para de aumentar a lo largo de la mañana.
“El pico se sitúa entre las 13 y las 16 horas, luego se relaja hasta alcanzarse otro pico entre las 20 y las 23 horas”, aclara Gómez. “La noche asusta”, señala, indicando la causa sobre ese pico de antes de irse a la cama. “Los sábados y domingos son los días de mayor sufrimiento para los profesionales, estamos en mínimos de plantilla, y aunque llegue menos gente suelen ser difíciles”, señala Gómez.
Sobre la situación actual del servicio, aclara que mayo está “disparado”, con un gran aumento de la frecuentación. Aunque esperan que se trate de la suma de varias circunstancias pasajeras y que poco a poco vaya normalizándose, el quinto mes del año está dando grandes quebraderos de cabeza a los profesionales de Urgencias. A pesar del retroceso del coronavirus, se han juntado varias dolencias respiratorias que han dejado un aumento de las personas que acuden a Urgencias.
“Desde la ampliación de Urgencias contamos con mayor infraestructura y en cuanto tengamos más personal se podrá afrontar mejor estos picos como el de mayo”, indica Gómez, que aprovecha la ocasión para agradecer a los jóvenes del servicio las “muchas guardias que hacen”.
Sobre lo vivido con el coronavirus, Gómez se muestra prudente tras “la enésima ola” que ha llegado y recuerda que Segovia es una de las provincias más golpeadas por la pandemia. “Todavía nos queda asumir lo que hemos vivido, no nos hemos recuperado”, señala sobre las duras situaciones que ha dejado el coronavirus en Urgencias. Graves secuelas las que ha traído, la mayoría fuera del terreno físico.
Aunque todavía hay dudas, la esperanza marca el presente de los servicios de urgencias. Es tan justa como necesaria la llegada de esa especialidad largamente demandada, por lo que solo se puede desear que en su próximo día internacional no sea esta, de nuevo, una de las reivindicaciones que realizan estos profesionales situados en primera línea de fuego.
