El escenario del Teatro Juan Bravo se convirtió en el punto de encuentro de la solidaridad, la superación y el compromiso colectivo con la celebración de la quinta edición de los Premios Solidarios Cope Segovia, una iniciativa que, en tan solo cinco años, se ha consolidado como un homenaje público a quienes hacen de la provincia un ejemplo de entrega y comunidad.
El acto, presentado por el equipo de Cope Segovia, reunió a representantes institucionales, empresariales y del tejido social segoviano. Entre ellos, el vicepresidente de la Diputación Provincial, José María Bravo, y el alcalde de Segovia, José Mazarías, que subrayaron el valor de estos premios por poner nombre y rostro a las historias que construyen cada día la Segovia más humana.
El espíritu de los Premios Solidarios Cope Segovia permanece inalterable desde su primera edición, destacando proyectos y trayectorias que, desde ámbitos diversos, mejoran la vida de los demás. Personas anónimas, colectivos sociales, empresas y entidades culturales comparten el hilo conductor de la generosidad, encontrando en esta gala un espacio para ser escuchados y reconocidos.
Diez galardones
En esta quinta edición se entregaron diez galardones, correspondientes a otras tantas categorías que reflejan la amplitud del compromiso social en la provincia. Desde la innovación y el emprendimiento hasta la cultura popular o la inclusión educativa, los premios mostraron el pulso solidario de Segovia.
La categoría más simbólica de esta edición, la de ‘Embajador Segoviano’, recayó en el futbolista Jorge de Frutos, natural de Navares de Enmedio. El jugador, que milita en Primera División, fue reconocido por su trayectoria profesional y por representar, con humildad y constancia, los valores de la tierra que le vio crecer. El futbolista no pudo participar en la entrega al estar convocado con la Selección Española de fútbol. No había mejor motivo que ese para no poder estar en el Juan Bravo.

La ceremonia fue desgranando, una a una, las distintas categorías que componen los Premios Solidarios, cada una respaldada por entidades y empresas segovianas que apoyan la iniciativa.
En el ámbito institucional, el reconocimiento fue para el programa Escuelas Deportivas y Deporte Social, impulsado por la Diputación de Segovia, que promueve el deporte como herramienta de integración y salud, llegando a niños, jóvenes y mayores de toda la provincia.

Valores humanos
La categoría Historia de superación y valores humanos distinguió a Ángeles del Val, cuya trayectoria personal representa la fuerza de la esperanza ante la adversidad, en un testimonio ciertamente conmovedor, después de traer desde Colombia a una niña enferma y paralítica. «Pero es que la traía, o se moría», señaló Ángeles, que instó a que «si sientes que puedes ayudar, debes hacerlo».

En el apartado social, el Centro de Educación Especial Nuestra Señora de la Esperanza, con medio siglo de dedicación a la enseñanza y atención a personas con discapacidad, fue galardonado por su incansable labor. El centro ha formado a generaciones de alumnos en un entorno de inclusión y respeto, y continúa siendo un referente educativo y humano en la capital.

El reconocimiento al emprendimiento y superación fue para Verónika Efremova, fundadora del proyecto Reup, basado en la economía circular y el reciclaje creativo. Su propuesta, nacida en Segovia, promueve la sostenibilidad y la reutilización de materiales como fórmula para reducir el impacto ambiental y fomentar nuevas oportunidades laborales.

Cultura y deporte
En el terreno de la cultura, la agrupación La Esteva recibió el galardón por su dedicación a la conservación y difusión del folclore tradicional segoviano. Con décadas de historia, La Esteva ha mantenido viva la música y la danza popular, contribuyendo a que las raíces de la provincia sigan presentes en la vida contemporánea.

La Gimnástica Segoviana, con 97 años de historia, fue distinguida en la categoría deportiva. El club, fundado en 1928, ha sabido mantener su identidad y su vínculo con la ciudad a lo largo de casi un siglo.

En la categoría entidad sin ánimo de lucro, el reconocimiento fue para Autismo Segovia, por su labor incansable en favor de la inclusión y la sensibilización social. El colectivo trabaja desde hace años con familias y profesionales para mejorar la atención, la formación y la visibilidad de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en la provincia.

El galardón a la aportación al patrimonio segoviano recayó en el Proyecto ‘El Abrigo de San Lázaro’, impulsado en el barrio de San Marcos. La iniciativa contribuye a la divulgación del legado histórico de los primeros pobladores de Segovia, en una muestra de cómo el patrimonio puede ser un motor de identidad y cohesión local.

En su intervención, José Mazarías destacó el valor de la colaboración entre instituciones y ciudadanía al señalar que estos premios «demuestran que la unión y el compromiso colectivo son la mejor herramienta para avanzar”, mientras que José María Bravo subrayó la importancia de reconocer a quienes, con su trabajo diario, «hacen que Segovia sea un lugar mejor”.
El Adelantado, premio en la categoría ‘Empresa familiar segoviana’
El premio a la empresa familiar segoviana recayó en El Adelantado de Segovia, decano de la prensa provincial, que suma 124 años de intensa historia. En un momento en que el periodismo vive transformaciones profundas, el reconocimiento pone en valor el papel del medio como referente y memoria viva de la provincia.

Teresa Herranz, directora de El Adelantado, señaló que “en estos momentos supone un homenaje al último editor, Carlos Herranz, que lideró el periódico desde el año 72. Mi padre siempre entendió el periódico como un servicio a Segovia y los segovianos. El espíritu de la prensa local es una apuesta cultural, patrimonial y económica por la tierra. Cuando se habla de despoblación estamos hablando de esa España que no tendría voz si no fuera por la prensa local. Es aplicar los criterios de lucha contra la España vaciada a la prensa, haciendo periodismo de kilómetro 0”.
