La Consejería de Sanidad vacunará este otoño frente al Virus Respiratorio Sincitial (VRS) a todas las personas mayores que vivan en residencias, con el objetivo de blindar la salud de uno de los colectivos más vulnerables ante las infecciones respiratorias estacionales. Para ello invertirá 8,5 millones de euros, con el objetivo de alcanzar la cifra de 50.000 inmunizados y lograr los resultados similares a los obtenidos en niños, con una una drástica reducción de ingresos hospitalarios en las dos últimas campañas.
Así lo avanzó en ‘Los Desayunos de Ical’ el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, quien incidió en este esfuerzo que busca proteger a los mayores frente a un virus que, pese a ser común y generalmente leve, puede tener consecuencias devastadoras en este grupo de edad debido a la inmunosenescencia -el deterioro natural del sistema inmune asociado a la edad- y a la alta prevalencia de enfermedades crónicas.
Con este paso, Castilla y León se sitúa a la vanguardia de la prevención sanitaria con una ambiciosa estrategia de vacunación frente VRS, destinada a proteger a dos de los grupos más vulnerables: los mayores institucionalizados y los niños menores de 12 meses. La campaña, que arrancará en octubre de 2025, supone una inversión global superior a 11,4 millones de euros, distribuidos entre 8,5 millones para mayores y 2,96 millones para lactantes.
Actualmente, según precisó el consejero, la Comunidad tiene una de las cifras más altas de personas institucionalizadas del país -alrededor de 50.000-, lo que convierte esta campaña en un esfuerzo logístico y presupuestario de gran envergadura. El objetivo es el de prevenir hospitalizaciones, evitar descompensaciones graves en pacientes crónicos y reducir la presión asistencial en los hospitales durante los meses de invierno.
“Queremos que nuestros mayores no se pongan malos y que los hospitales funcionen sin atranques. La evidencia científica está de nuestra parte y por eso hemos apostado fuerte por esta inmunización”, aseguró el consejero, quien no descarta ampliar el calendario vacunal, siempre que se rija por la evidencia y los criterios científicos, y no por decisiones arbitrarias, como se ha hecho, por ejemplo, con la inmunización frente al herpes zóster en mayores; frente al al virus del papiloma humano (VPH) en niños, y con la vacuna neumocócica conjugada, al pasar de la 15-valente a la 20-valente.
De hecho, sobre otras vacunas en estudio -como las combinadas de gripe, COVID-19 y VRS- Vázquez afirmó que todavía no hay evidencia suficiente para su inclusión sistemática, “pero si los ensayos clínicos demuestran que funcionan y son seguras, nos arremangaremos y las aplicaremos. Eso sí, son caras. Pero si protegen al ciudadano, haremos el esfuerzo”, puntualizó.
