En alguna anterior ocasión ya me he referido a estos ‘barrios jóvenes’ que le han ido creciendo a la ciudad, barrios que hoy ya van cobrando solera, porque sus habitantes contribuyen a darles vida, como asimismo los comercios de todo tipo e instalaciones administrativas que poco a poco se van situando en ellos. El número de habitantes que están residiendo en estos dos ‘barrios jóvenes’, me refiero concretamente a Nueva Segovia y al de la Comunidad de Villa y Tierra, debe andar en torno a los doce mil, cifra importante para tener muy en cuenta en varios aspectos de los que afectan directa, y diariamente, a los vecinos de cada demarcación, y máxime si a ellos se van incorporando nuevas instalaciones públicas que mueven docenas de personas a diario en su funcionamiento.
Hago referencia, por lo tanto, a esas nuevas instalaciones administrativas como pueden ser el próximo Palacio de Justicia, o los ya ejecutados y en servicio edificios del INSS, de la Biblioteca Pública y otros ya arraigados en Nueva Segovia hace años, como el Conservatorio de Música y el Centro Público Integrado de Formación Profesional ‘Felipe VI’. Junto a estas instalaciones hay que considerar también la importancia que a estas zonas aportan las grandes superficies comerciales en ellas instaladas, sin olvidar las salas de cine y, naturalmente, las cada vez más amplias zonas destinadas a competiciones deportivas. No olvidemos tampoco el flamante Parque de Bomberos y, por supuesto, el ya como uno de los primeros ‘presentes’ en el lugar, el templo parroquial.
Todavía recordamos aquellos modestos comienzos de Nueva Segovia donde el mayor referente de su emplazamiento era el elevado depósito de agua. Figura entonces casi solitaria pero que, en pocos años, se fue viendo rodeada de grandes bloques de viviendas y buen número de chalés adosados, que se esparcieron por los distintos espacios de la barriada. La consecuencia de ello es que hoy se alojan allí numerosas familias, y asimismo camino de ir creciendo poco a poco el número de residentes va el otro barrio ‘hermano’ del anterior, el de la Comunidad de Villa y Tierra, estructurado con sentido moderno, con amplios espacios libres y una adecuada red de calles, varias de las cuales siguen ‘abiertas’ a recibir nuevas edificaciones.
Hay que reconocer que la atracción de estos nuevos barrios va en detrimento de la habitabilidad de los viejos, y muy especialmente del recinto amurallado, donde cada día es más difícil la vida por las causas que ya se han señalado en muchas ocasiones y que siguen originando la pérdida de habitantes y el abandono de un elevado número de edificios que, por sus antiguas características, no se prestan a ofrecer los servicios de comodidad que hoy se exigen justamente por parte de las familias.
Porque, aparte de las incomodidades que pueden representar la altura por contener varias plantas, sin posibilidad física de instalar ascensores, tampoco se ofrecen otros tipos de facilidades para poder hacer una vida activa y moderna a las familias jóvenes, que hoy utilizan mucho el automóvil… pero que no hay espacios para aparcarle.
Loa ‘barrios jóvenes’ cuentan con mayores facilidades para el uso de los medios particulares de transporte
Los ‘barrios jóvenes’ cuentan con mayores facilidades para el uso de los medios particulares de transporte, aparte de las líneas oficiales de autobuses urbanos que efectúan unos recorridos bastante completos por ellos, si bien siempre pueden existir desacuerdos en este aspecto pero que, si es preciso, se podrían encontrar adecuadas solucionados mediante los oportunos análisis y estudios.
Y como el número de habitantes ha ido creciendo constantemente, en paralelo van apareciendo comercios de mayor o menos entidad, pero de todo tipo para poder dar facilidades al vecindario. Lamentablemente, hoy varios de estos pequeños negocios también se están viendo afectados por la pandemia que nos asola, pero cabe esperar en un futuro que, con la colaboración de todos (y esto es fundamental, la colaboración unánime en la lucha contra el virus) se pueda ir remediando y, aunque sea con lentitud, se pueda ir volviendo a situaciones anteriores.
A título anecdótico hay que recordar que Nueva Segovia se distingue en la denominación de calles y plazas con nombres ilustres de la literatura española, mientras el barrio de la Comunidad va acumulando otros nombres más afines a los históricos sexmos y otros recuerdos enmarcados en la historia de la ciudad.
Una deuda que sigue teniendo la Sanidad es la construcción de un tan necesario Centro de Salud
Una deuda que sigue teniendo la Sanidad es la construcción de un tan necesario Centro de Salud para una zona ya tan poblada. Y quizá un departamento municipal podría desempeñar un buen papel en estos barrios.
El reciente episodio de la vacunación está llevando a Nueva Segovia a muchas personas que quizá sea la primera vez que visiten la barriada. Esto podría animar a repetir ya en plan distendido y para disfrutar del lugar, sin tener que volver ‘al pinchazo’.
