Los huertos de ocio de los valles del Eresma y Clamores han sido adjudicados a 26 personas, que este lunes recibieron las llaves de estas parcelas de titularidad municipal de mano de la alcaldesa de Segovia, Clara Martín, y el concejal de Medio Ambiente, Ángel Galindo, tras un sorteo informático celebrado en mayo. Los nuevos titulares podrán cultivar los huertos hasta el 30 de noviembre de 2026. Los 26 huertos, nueve situados en el valle del Clamores y 17 en el del Eresma, tienen un tamaño medio de 55 metros cuadrados.
Para el sorteo se registraron 162 solicitudes admitidas. El resto de personas solicitantes forman parte de la lista de espera por si se produjera alguna renuncia o baja a lo largo del periodo de adjudicación.
Para el cultivo de las parcelas siempre se deberán aplicar las prácticas propias de la agricultura ecológica (prescindiendo de productos químicos), y los huertos estarán bajo supervisión municipal. Precisamente, además de las llaves, las personas adjudicatarias han recibido las primeras indicaciones por parte del personal de la Unidad Especial, quienes a partir de ahora estarán a su disposición para aclarar las dudas que les puedan surgir durante su actividad, información sobre plagas y enfermedades, y sobre los cultivos más adecuados (siempre plantas comestibles, de tradición hortícola, aromáticas o medicinales).
La horticultura ecológica es una alternativa de ocio en las ciudades. Una manera lúdica de entrar en contacto con la naturaleza y aumentar la concienciación por el cuidado de nuestro entorno natural. Implica la potenciación de la fertilidad de la tierra y de la biodiversidad, el uso de medios de cultivo respetuosos con el medio ambiente, etc.
El programa de los Huertos de Ocio se puso en marcha en 1999 para recuperar y mantener las huertas tradicionales abandonadas. Desde entonces, el interés por participar en dicho programa ha ido en aumento, y el número de solicitudes se ha incrementado año tras año.
El Ayuntamiento cuenta con 53 huertos de ocio distribuidos entre la Huerta de la Hontanilla y la Huerta del Baño. Su cultivo proporciona actividad lúdica y productiva que contribuye a mejorar la calidad de vida a través del ejercicio físico que requiere el trabajo agrícola, así como las acciones terapéuticas que proporciona el contacto con la tierra y la naturaleza. Además, se fomenta el consumo de alimentos sanos.
El uso y disfrute de estas parcelas está regulado por la ordenanza de ‘Ocupación de Terrenos Municipales dedicados a Huertos de Ocio’ (en vigor desde octubre de 2013) en la que se especifican los derechos y deberes de los hortelanos.
