La pandemia confirmó lo que algunos ya sabían, pero otros parecían no querer ver. Tras la crisis sanitaria, son muchos los que han dado al deporte un papel clave en su vida, algo que ha beneficiado a los gimnasios de Segovia, que han experimentado meses de captación y recuperación de socios que les han aproximado a los datos de 2019, aunque aún están lejos de alcanzarlos. Pero ahora el sector se adentrará en julio con una certeza: comienza una época en la que los datos de estacionalidad serán incluso superiores a los de los años prepandemia. Los centros deportivos ya registraron en mayo una bajada “muy significativa” del número de abonados dada la anticipación del verano, que impulsa la práctica del deporte al aire libre.

Como es habitual, entre los meses de julio y agosto se produce un cambio de tendencia que lleva a una disminución en el ritmo de altas y un incremento en el de bajas. La llegada del verano tiene implícita la marcha de los universitarios, uno de los principales clientes, y el fin del periodo escolar, por lo que la asistencia a los gimnasios se reduce durante el periodo estival cerca de un 50 por ciento, de acuerdo con el gerente de ‘Bekdoosan Gymnasio’, Eutimio García. “Esta va a ser una temporada más baja de lo habitual”, añade.

Esta vez, la duración de la época más tranquila de los gimnasios pasará de ser de dos a cuatro meses, según estiman. En abril, las cifras del sector eran un 30 por ciento inferiores a las del mismo periodo en 2019. A ello se une que mayo fue “durísimo”; “No ha habido en la historia un mes tan malo como este”, sostiene el presidente de la Asociación Segoviana de Empresarios de Actividad Física y Centros Deportivos (Aseafide), Javier González del Caño.

Subida de precios

La mayoría de los gimnasios de Segovia aumentaron sus tarifas antes de que la pandemia irrumpiera en el mundo y, desde entonces, las han mantenido: el precio medio mensual ronda los 40 euros. Sin embargo, en septiembre, estos centros vivirán otro de sus ciclos habituales con la inscripción de un buen número de nuevos clientes, y lo harán con un incremento de sus precios, para tratar de ajustarlos al actual escenario de inflación. “La gran subida va a producirse seguramente en septiembre”, advierte González.

Desde 2020, los centros deportivos han tratado de adaptarse a la que consideran que es una “situación de cambio”, para inaugurar así “una nueva ola” en la que estiman que el número de usuarios será “menor”, tras el impacto que ha sufrido la realización de actividades en interior.

Cambio de hábitos

“Viene gente que no ha hecho deporte en 40 años y ahora se ven con la necesidad de moverse para evitar tener problemas de salud”, afirma el propietario del ‘Human Perform’, Juan Sanz. La crisis sanitaria ha demostrado la importancia del deporte, lo que ha permitido a los centros deportivos segovianos estabilizarse y recuperar toda su clientela, parte de la cual “desapareció” por la pandemia. “La gente ya tenía ganas de volver a entrenar y de hacer una vida como la de antes”, declara García. Pese a ello, el sector asegura que esto no es suficiente y, en lo que va de año, tan solo han conseguido “salvar gastos y poco más”.

En los últimos meses, la ‘normalidad’ ha ido ganando espacio en los gimnasios con la eliminación de las restricciones y, por ende, con el fin de la obligatoriedad del uso de mascarillas y gel hidroalcohólico. Pero lo cierto es que la necesidad de extremar las precauciones ha hecho mella en muchos de los usuarios, que han modificado sus hábitos y han optado por mantener las medidas sanitarias de forma voluntaria. “Tenemos unas toallitas que la gente sigue usando para limpiar las máquinas cuando terminan”, explica García. Además, la vuelta de una mayor masa de usuarios a los gimnasios sigue causando cierto temor en algunos clientes.

Fue precisamente el miedo al contagio el que hizo que los centros deportivos tardaran en retomar su actividad. En los primeros instantes de la pandemia tuvieron que permanecer cerrados pero, tras diversas manifestaciones, el sector consiguió que se le considerara una actividad esencial y pudieron reabrir sus puertas aunque, para ello, hubieron de adaptar sus instalaciones, para favorecer la ventilación de las salas, así como comprar un arsenal de gel y máquinas de ozono. A su vez, tuvieron que reinventarse y muchos centros crearon una aplicación móvil desde la que se pueden realizar diversas gestiones.

“Pasas de estar haciendo las cosas bien, a no saber si vas a estar arruinado al día siguiente”, lamenta el gerente de ‘Bekdoosan Gymnasio’. A pesar de que la crisis sanitaria puso en peligro la supervivencia de los gimnasios, esto ya forma parte del recuerdo y el sector confía en que pronto volverán a alcanza sus mejores datos.