Historia: ‘Narración y exposición de los acontecimientos pasados y dignos de memoria, sean públicos o privados’. Y si lo dice la RAE, y lo dice, punto pelota.
Distinguiendo entre leyenda e historia, verídico es que la talla del Cristo de los Gascones reposa en una de las capillas de la iglesia de los santos Justo y Pastor (1), en el barrio de El Salvador.
Del cómo la talla llegó a estos lugares, de los antecedentes no fabulados del Cristo, se ha escrito y mucho. La referencia es de remotos tiempos del culto en la iglesia de San Antolín (2), una de las primitivas de la ciudad. ¿Hipótesis? Cuando la invasión árabe (¿sarracena?) en 714, la sacaron de allí los Benedictinos y trasladaron la imagen a la Galia Narbonense (Narbona, Francia). De regreso a España ¿1492? estuvo sucesivamente en las iglesias de San Justo y San Antolín. Ante la ruina esta última, se trasladó en 1817 a la de San Justo, donde se venera.
Sobre tema tan sugerente escribe el Marqués de Lozoya:
«Es San Justo, lugar insigne de la devoción segoviana… La presencia de una imagen de Cristo, tallada en madera, de arte románico de mediados del siglo XII, con los brazos articulados para celebrar con ella la ceremonia del Descendimiento en Semana Santa, aun cuando estuviese siempre, como lo está ahora, en posición yacente. La tradición supone que esta bella escultura fue traída a Segovia por viajeros gascones a lomos de una yegua que cayó muerta ante la puerta de la iglesia. Todavía en mi niñez, vi desfilar el Viernes Santo por las calles segovianas al Cristo yacente, que se vislumbraba a través de los cristales de su profusa urna dorada, escoltado por gascones cubiertos con armaduras cinceladas del XVI, que hacia el 1900 emigraron en virtud de su enajenación… (3)».
Corolario: la ironía de Juan de Contreras se puede ‘palpar’.
Bajo la advocación del Cristo se creó una cofradía, La Esclavitud, y después la del Santo Entierro, siendo la ‘Corporación Gremial de los abogados segovianos, procuradores y escribanos la que aparece vinculada desde hace muchos siglos’. (González Herrero ‘Breviario Segoviano… año 2002), la que organizaba la procesión de Viernes Santo.
La primera referencia de la salida del Cristo de los Gascones en procesión se encuentra en el archivo de la Cofradía. Tiene fecha de 12 de abril de 1628: «Los cofrades hicieron unas andas doradas con cubierta de vidrio para llevar al Santo Cristo en procesiones de viernes Santo…».
El referido acto religioso tenía un elemento principal, como era el de la presencia de los gascones. Estos formaban la guardia de honor que, en número de ocho, se situaban alrededor de la imagen del Cristo. A estos, a los gascones, daban ‘vida’ procuradores y escribanos de la ciudad, cuyas vestimentas se describen:
—Recia armadura, pesado casco, con tupida visera y airoso penacho;
—Pantalón (calzón) ceñido, medias y zapatos negros;
—Banda cruzada sobre el peto;
—Largo rosario pendiente de la cintura;
—En la diestra refulgente alabarda en forma de cruz, que golpeadas constantemente en el suelo, producían emotiva veneración al avanzar en el curso de la carrera procesional.
Una de las armaduras conocida como ‘de los peces’ procedía de Milán y pudo llegar a Segovia en el reinado de Felipe III.
La procesión, única que durante muchos años se celebró en la capital, partía de San Justo, con el siguiente orden:
—Sección montada y trompetas del Regimiento de Artillería;
—Guion de la Cofradía, con tambor destemplado y el clarín con sordina de la ciudad;
—Imagen del Cristo, llevado a hombros por ocho serenos enmascarados;
—A los costados los gascones. Detrás, las bandas de la Academia y del Hospicio.
La procesión en sus primeros tiempos salía de San Antolín, con llegada y estación en la Catedral. La Cofradía desapareció en 1909. Los ‘enfrentamientos constantes’ con el obispo Miranda por la decisión de este de vender (principios del siglo XX) las armaduras de los Gascones para organizar la procesión de los Pasos, fueron la causa.
(1) Los Santos Justo y Pastor —7 y 9 años—, también conocidos como los santos niños, nacidos en Tielmes (Madrid), fueron mártires ejecutados en el 304 en Alcalá de Henares.
(2) La hoy Calle Ochoa Ondátegui era anteriormente San Antolín, por la iglesia románica que allí se alzaba. ¿Construcción del siglo X?
(3) ‘Las Pinturas Románicas de la iglesia de San Justo’. Marqués de Lozoya, 1966. Pág. 7
