Juan Manuel Humanes lleva más de 30 años trabajando el espectáculo pirotécnico, una artesanía que no se aprende en ninguna escuela oficial. Sus secretos se transmiten en los talleres de padres a hijos, de maestro a aprendiz. Juan nos desvela algo del espectáculo que darán el 29 de junio como colofón a las fiestas.
— ¿En qué debemos fijarnos para disfrutar al máximo del espectáculo?
—Los espectáculos pirotécnicos son como una partitura en el cielo que debes interpretar. Hay que fijarse en el ritmo del espectáculo, en los colores, que sean definidos, en la baja intensidad de humo que producen.
Hay explosiones de luz que deben tener un acompañamiento sonoro fuerte, en consonancia con los colores o la forma del artefacto pirotécnico. Hay otros efector luminosos que conjugan mejor con sonidos más suaves.
También es importante la implantación del espectáculo, aprovechando las características del emplazamiento. Aquí Segovia es una de las ciudades de España donde mejor lucen, porque la ciudad es un cuadro en sí misma.
—¿Qué espectáculo veremos?
—Vamos a ver un espectáculo con mucho ritmo, con figuras geométricas de alta dificultad y con grandes palmeras gigantes descolgantes, que gustan mucho en Segovia. Y luego está la traca final, que es una de las más potentes y mejores que se puede encontrar hoy en España. Una apoteosis de color y de ruido para poner un digno colofón a las Fiestas de la ciudad.
—¿Se quema mucha pólvora?
—Lo que lleva de pólvora un artificio pirotécnico es un 6% y sirve para elevarlo. El resto son productos químicos, nitratos, percloratos y otros añadidos para conseguir los colores.
—¿Hábleme de cantidades?
—Este es un espectáculo de más de 100 kilos de fuegos artificiales netos, es decir, 100 kilos de artefactos pirotécnicos que suben o suenan. Más de 1.800 elementos pirotécnicos, dura 20 minutos y en Segovia hay innejorables miradores para disfrutar de imágenes increíbles.
De todas formas reitero que más que la cantidad hay que fijarse en la calidad, en otros factores más allá del peso o el número de explosiones.
—¿Hay posibilidad de que suba un cohete, no explote y caiga al suelo?
—Hay una posibilidad muy remota, sí. Los artefactos pirotécnicos pueden explotar sin subir. También pueden subir, explotar y realizar el efecto deseado, que es lo que pasa en el 99,9% de las ocasiones. Y también puede subir pero no explotar y volver al suelo. Por eso es importante guardar un distancia prudencial de seguridad. En los Altos de la Piedad el lugar es perfecto, ya que se puede dejar un gran margen de seguridad entre el emplazamiento del espectáculo y el público.
—¿Cómo invitaría a los vecinos a ver el espectáculo?
—No hace falta, es una tradición arraigada juntarse con amigos o vecinos y acudir a cualquier mirador a disfrutar de las increíbles vistas de la ciudad pero pintadas por un día con unas luces y colores únicos.
