La Asociación Segoviana de Esclerosis Múltiple (Asgem) no podía esperar más. Tras nueve meses sin un local, desde que la Junta de Castilla y León dispusiera de sus salas en el Hogar del Jubilado de San José, el colectivo, con un centenar de personas en la provincia, necesitaba imperiosamente un lugar para sus sesiones de fisioterapia y sus ejercicios de rehabilitación. No lo han encontrado en la Junta, que no les ha dado ninguna alternativa accesible, ni en el Ayuntamiento de Segovia. Así que, con sus súplicas ignoradas, finalmente han encontrado un local asumible para sus modestas cuentas, en la avenida de la Constitución, y lo están poniendo a punto para recuperar sus tratamientos lo antes posible.
La asociación tiene un centenar de socios; de ellos, entre 60 y 70 están afectados por la enfermedad en distinto grado. Es una enfermedad autoinmunitaria que afecta el cerebro y la médula espinal. Antes de la pandemia, cada uno tenía, cuanto menos, una sesión semanal de fisioterapia, además de sesiones con asistente social y psicólogo. Todo se perdió repentinamente y muchos han empeorado su condición en estos meses.
La Junta planteó una alternativa, pero el local no era accesible en silla de ruedas y requería la instalación de un ascensor. En los últimos tres meses no ha habido una alternativa viable por parte de la administración regional. La asociación ha contactado, sin respuesta, con el Ayuntamiento en busca de una alternativa. Así las cosas, llevan meses buscando locales aptos y con un precio aceptable. El grueso de los que se encontraron estaba en los 800 euros, una cifra inasumible para ellos.
Finalmente, han encontrado uno de más de 100 metros por unos 500 euros mensuales, un precio negociado para poder aplazar ciertas cuotas. Es un local amplio y diáfano que ya han empezado a reformar. El objetivo es preparar una sala para las sesiones de fisioterapia, máquinas de musculación, paralelas, espalderas o bicicletas estáticas. Otra parte la destinarán a las clases de yoga o pilates. Y por último, una pequeña oficina para la atención al público.
Tirando de favores
La asociación agradece al propietario sus facilidades y el periodo de carencia, hasta enero, para hacer las reformas necesarias. “Vamos llorando por todos los sitios”, subraya el presidente de la asociación, Andrés Jiménez. El albañil que ha adaptado la entrada y otros retoques en el interior del local también les hizo precio; con el fontanero o la instalación de pladur ocurre lo mismo. “Lo que podamos, lo vamos a ir haciendo nosotros. Pintar, la parte eléctrica o la instalación de un par de aparatos de aire acondicionado, que no nos lo han regalado, pero casi. Estamos echando mano de amigos”. Otro vecino les ha encontrado los sanitarios, a buen precio o regalados. “Sin esta ayuda, sería un dineral”.
La asociación tendrá la sede en el número 28 de la avenida de la Constitución, en la antigua tienda de Vestudán. La puesta a punto se hará en las próximas semanas y, como muchos locales de esa zona, tiene una circunstancia: gran parte de las instalaciones están por debajo de la calle, lo que implica problemas de humedades. La asociación está trabajando para dar ventilación y que esa humedad, perjudicial para sus miembros, salga al exterior. Para ello hacen falta ventanas, cortesía gratuita de una empresa de aluminio. Donde suspende la política, la sociedad saca matrícula.
