Tras más de dos meses con los templos cerrados, las iglesias de Segovia abrieron ayer sus puertas al culto dominical con la aplicación de las medidas de prevención sanitaria establecidas por la diócesis a tal fin, asumidas de forma disciplinada y respetuosa por los feligreses que ayer asistieron a misa en su parroquia habitual.
Aunque a lo largo de la semana los templos han abierto sus puertas para las celebraciones eucarísticas, la jornada del domingo fue la prueba de fuego para testar el grado de cumplimiento de las normas por parte de las parroquias, así como de los católicos que vuelven a la misa dominical en este inicio de la desescalada.
Y el examen pasó con nota. La práctica totalidad de las parroquias llevaron a cabo las recomendaciones que la diócesis hizo públicas antes de la entrada en la fase 1 tanto en la garantía del distanciamiento social como en el control del aforo en los templos, que no puede superar un tercio del total. En San Millán, voluntarios de la parroquia –identificados con chalecos amarillos- se encargaron de aconsejar a los feligreses sobre su ubicación en el templo, donde los bancos estaban señalizados , y recomendar el uso del gel hidroalcohólico a la entrada, así como de la mascarilla durante toda la celebración.
La supresión del gesto de la paz –reemplazada por un gesto con la cabeza dirigido hacia la persona más próxima- y la administración de la comunión a través del itinerario prefijado en el templo tomando como referencia el pasillo central, fueron otros de los detalles que evidencian la “nueva normalidad” también en el culto religioso. Antes de la comunión, el sacerdote añade a la ablución con agua el empleo del gel hidroalcohólico para lavar sus manos, y el reparto de la Sagrada Forma se hace en la mano.
Pese a la recomendación por parte de la diócesis de que los mayores de 65 años -70 en el medio rural- no asistan a las celebraciones religiosas, muchos fueron los que ayer ocuparon los bancos de los templos, imbuidos sin duda por su deseo de poder asistir presencialmente a la Eucaristía sin tener que recurrir a las misas televisadas o retransmitidas por radio o medios digitales. Sobre este aspecto, hay que recordar que la Iglesia ha prorrogado hasta nuevo aviso la dispensa de no asistir a la misa dominical para este colectivo, así como la prohibición de ir a la eucaristía a quienes presenten síntomas de la enfermedad o se encuentren en cuarentena domiciliaria, bien por estar contagiados, bien por haber tenido contacto estrecho con alguien con síntomas o diagnosticado de COVID-19
