Los cuellaranos viven días de víspera, de espera, de preparativos y de emoción como siempre, como antes de que la pandemia lo parase todo. Esa emoción de retomar lo que un día desapareció está haciendo de estas jornadas más especiales de lo habitual, y congregando a una gran cantidad de gente en cada uno de los eventos que Cuéllar vive en estos días pre-fiestas. Así fue como se desarrolló el tradicional concierto ‘A por ellos’, que contó con cientos de personas como espectadores, muchas más de las que en los últimos años se congregaban en la plaza de La Soledad. Recién inaugurada, en la plaza “no cabía un alfiler”, y se fueron sumando más vecinos hasta el momento álgido.
Luis Miguel Pérez como director de la agrupación de música local hizo de este momento, otro año más, uno de los más emotivos del año. Pasadas las 22.00 horas comenzó la música gracias al buen hacer de los intérpretes de la Banda, en la que se puede ver a gran cantidad de jóvenes músicos. Los pasodobles precedieron a canciones de rock de Bon Jovi y versiones de ‘I will survive’, ya típicas en este concierto. Sin embargo, todos los cuellaranos esperan con ansia una sola obra, un solo himno; el anuncio de la jota ‘La Cuellarana’ ya hizo levantar los brazos a toda la plaza para danzar, a sabiendas de que el próximo sonido correspondería al ‘A por ellos‘, obra de Cecilio de Benito que representa la esencia de Cuéllar.
Cuando los vecinos estuvieron preparados, una presentación poco habitual recordó un momento espectacular para todos: el pregón de 2019, pronunciado precisamente por la Banda Municipal de Música. El audio de este momento inundó la plaza y emocionó a todos, dando paso al sonido de la dulzaina, que de la boca de dos jóvenes de la villa resonó por toda la plaza.
Los cuellaranos, pletóricos, volvieron a danzar con ganas de que estos días den paso, en seis más, a los más esperados del año. Cuatro bises hicieron de esta velada un momento mágico y muy ansiado por los habitantes de la villa, que llevan dos años sin bailar plenamente, como pudieron recordar ayer. La alegría y los nervios se apoderan ya de toda una localidad a la que le quedan apenas unas jornadas para reunirse en el pregón.
