La ya de por sí complicada campaña que han sufrido los agricultores segovianos este año ha incorporado un nuevo problema en cuanto a la cosecha del cereal se refiere. Y es que, al aumento de un 45% de media en los costes de la sementera (que incluye fertilizantes, electricidad, gasóleo, fitosanitarios y semillas de leguminosas), la “infructuosa” puesta en marcha de la Política Agraria Común (PAC) para el período 2023-2027 y la “inoperancia de las administraciones a la hora de hacer frente a las pérdidas del sector” se ha unido ahora el retraso en la peritaciones.
Esto supone que, quien quiera cosechar, debe dejar un 5% de muestras en cada parcela y, una vez peritada, volver a cosecharla. Algo que ya puede causar dificultades a quien tiene una cosechadora propia. Pero que puede dar grandes quebraderos de cabeza a quien no la tenga. La Unión de Campesinos de Segovia-UCCL ha culpado de este problema a la “falta de previsión” de Agroseguro, empresa encargada de los seguros agrarios. Afirman que ha fallado a la hora de contar con personal suficiente para atender una campaña que “todo el mundo sabía que iba tener muchas solicitudes de peritación por siniestros de sequía”.
Al parecer, los propios peritos han reconocido que son pocos y la organización del trabajo les hace tener muchas horas mal aprovechadas, ya que en la misma mañana tienen que atender solicitudes de pueblos bastante alejados unos de otros, dejando sin peritar tierras en el primer pueblo. Esto habría provocado que haya agricultores que dieron parte a su seguro por sequía en su explotación para ser peritada hace más de un mes y aún no tengan noticias de cuando les va a tocar.
La UCCL de Segovia ha pedido a Agroseguro que “se ponga en la piel de estos agricultores y tome medidas para contratar personal y optimizar las jornadas de trabajo a la mayor brevedad posible”. El objetivo es que se pueda cosechar sin tener que dejar muestras.
