Un total de 110 entidades españolas realizaron aportaciones por importe de 735 millones de euros al Fondo Único de Resolución (FUR) de la Junta Única de Resolución (JUR) a 28 de junio de 2018, frente a los 676 millones del mismo periodo de un año antes, acumulando así un total de 2.800 millones de euros desde que el programa, cuyos fondos deben destinarse a la resolución de entidades financieras en determinadas circunstancias, se puso en marcha.
De esta forma, la JUR recaudó 7.500 millones de euros hasta la fecha, por lo que acumula una dotación de 24.900 millones de euros que proceden de un total de 3.315 bancos y empresas de servicios de inversión (197 menos que hace un año), según los datos recopilados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob).
El objetivo anual de este año para todas las entidades contribuyentes asciende a 8.100 millones de euros, que es un trece por ciento superior a la recaudación del conjunto de 2017. En un documento, el FUR explicó que el principal motivo de este aumento es la evolución histórica de los depósitos garantizados de la zona del euro durante el periodo entre los años 2014-2017.
El aumento del nivel objetivo también responde a otras fuerzas impulsoras, como la introducción de un nuevo método de cálculo, cambios en el tamaño de las entidades y aumentos en el factor de ajuste del riesgo.
Estos fondos son recaudados a través de las autoridades nacionales de resolución (ANR) y su dotación irá incrementándose durante un periodo de transición de ocho años (2016-2023), hasta alcanzar al menos el 1% de los depósitos cubiertos de los Estados miembros que integran el Mecanismo Único de Resolución.
Las contribuciones serán asignadas a diferentes compartimentos que corresponderán a cada Estado miembro —compartimentos nacionales—. El uso de estos compartimentos está sujeto a la progresiva mutualización entre todos los Estados participantes —los que forman parte de la zona euro—, de manera que dejarán de existir al final del periodo de transición. Las entidades deben realizar contribuciones ex ante anualmente al FUR, que son calculadas sobre la base general de los pasivos de las instituciones, excluyendo los fondos propios y los depósitos cubiertos. Esta base general es posteriormente ajustada en función del perfil de riesgo de cada entidad.
