Los alcaldes de los municipios de Barbolla, Sotillo, Castillejo de Mesleón, Cerezo de Arriba, Cerezo de Abajo y Duruelo, situados en el nordeste de Segovia, presentaron hoy telemáticamente alegaciones al proyecto de mina a cielo abierto, para la extracción de cuarzo, presentado ante la Junta para su autorización por la empresa gallega Erimsa. Los seis alcaldes, a través de su portavoz el primer edil de Barbolla, Basilio del Olmo, dejaron claro están en contra, oposición frontal al proyecto porque así se lo han traslados sus vecinos, que no ven en él beneficio alguno.
En declaraciones, ante la Delegación Territorial de la Junta, explicaron que presentan alegaciones porque están convencidos de que “nos perjudica a todos los ayuntamientos, que no vamos a tener ningún beneficio económico y sí muchos perjuicios en el tema del agua, caminos, desarrollo que van hacer”, dijo del Olmo. Tiene la experiencia de hace varias décadas, en Castillejo de Mesleón de extracción de cuarzo. “Fue un desastre y lo que sacaron se lo llevaron y nos dejaron todo como un erial”, detalló.
Los alcaldes de estos pueblos del nordeste segoviano quieren tener todo cerrado para que, en caso de llevarse a cabo el proyecto, al contar con autorización legal, “no puedan hacer barbaridades, que puedan hacer lo que marque la ley y para eso vamos a estar nosotros exigiendo avales bancarios por caminos, por carreteras, por todo”, dijo del Olmo, para ahondar en que “van a poner todas nuestras fuerzas porque la mina no salga adelante y si sale por ley por haremos todo lo que se pueda hacer para impedir todo el desarrollo que quieran hacer”.
Las alegaciones presentadas oficialmente por los seis ayuntamientos ante la Conse jería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta, se basan en las 1.600 hectáreas de la PAC que se verían afectadas, con las dificultades que conllevaría para la economía de agricultores y ganaderos que se vería muy perjudicada. “Aspectos de la flora, la fauna, todo lo que nos podamos imaginar de empresas que quieren quedarse con la zona, con movimientos como estos, no se podrían quedar. Las carreteras y los caminos rurales es un destrozo grandísimo”, resumió.
Los seis pueblos Barbolla, Sotillo, Cerezo de Arriba, Cerezo de Abajo y Duruelo, que siguen teniendo presente lo ocurrido en Castillejo de Mesleón, hace unos 40 años, donde se extrajo mucho cuarzo. “Dejaron una balsa y un montonera de tierra que aún sigue.
‘‘Esa zona ha quedado totalmente degrada para cualquier cosa”, indicó Basilio del Olmo.
Las empresas suelen empezar haciendo bien las cosas pero, luego “cuando se van a marchar”, matizó, “lo dejan a medias”. Esta vez puede que no sea así pero “tenemos esa duda”.
Los seis alcaldes de la comarca nordeste decidieron no mantener entrevistas con los responsables del proyecto, con Erimsa, hasta no presentar las alegaciones. Sobre el argumento dado por la empresa que, a nivel local, la mina creará más de 30 puestos de trabajo, directos e indirectos, porque Erimsa está reabriendo instalaciones en Barbolla para su procesado, Basilio del Olmo subrayó que se trabaja con camiones y máquinas. Además, según del Olmose trata de un ‘‘empleo eventual, alguno, pero fijo ninguno.
