Se complica el conflicto sirio, tanto política como humanitariamente. Los bombardeos, supuestamente efectuados por los ejércitos de Siria y Rusia, así como los ataques de artillería del régimen de Damasco están provocando una masacre en Ghuta, un suburbio próximo a Damasco. Al menos 190 muertos desde el domingo, 49 fallecidos solo el martes y entre ellos numerosos menores. Sin embargo, desde Moscú se culpa a los milicianos de Al Nusra y niegan la posibilidad de un alto el fuego mientras haya terroristas en estos enclaves dominados por los rebeldes.
Asimismo, en Afrin, otro de los enclaves sirios más conflictivos en el últimos mes parece que se relaja la tensión entre Turquía, el régimen de Al Assad y Rusia. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo ayer que ha logrado detener el despliegue de fuerzas leales al Gobierno sirio en la región de Afrin, en el noroeste del país, tras hablar por teléfono con su homólogo ruso Vladimir Putin, principal valedor del régimen de Damasco.
El mandatario turco afirmó, además, que las fuerzas militares turcas van a comenzar en los próximos días el asedio en Afrin, de donde las Fuerzas Armadas turcas quieren expulsar a las milicias kurdas sirias Unidades de Protección Popular (YPG) con el argumento de que quieran eliminar las amenazas en la frontera sur de Turquía.
Un alto cargo kurdo dijo el fin de semana que los kurdos han llegado a un acuerdo con el Ejército sirio para que entrara en Afrin y repeliera el ataque de las fuerzas turcas. El lunes por la mañana, los medios estatales sirios anunciaron que las milicias progubernamentales sirias entrarían en cuestión de horas en Afrin, aunque ese avance no llegó a materializarse.
El despliegue “fue claramente detenido ayer… Fue detenido”, dijo Erdogan, en declaraciones a la prensa tras un discurso en el Parlamento. Preguntado directamente si el despliegue se había cancelado tras la conversación telefónica que mantuvo con Putin, Erdogan ha dicho que así ha sido. “Si, se detuvo después de esas conversaciones”, señaló.
El lunes, el líder turco habló por teléfono con el presidente ruso y también con su homólogo iraní, Hasan Rohani, sobre la situación en Siria, según explicó un portavoz del Ejecutivo de Ankara. Los tres países han acordado una reunión de sus ministros de Asuntos Exteriores el 14 de marzo en Estambul.
En un discurso en el Parlamento ante los miembros de su formación, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), Erdogan ha dicho que el asedio en Afrin comenzará pronto. “El asedio del centro de la ciudad de Afrin comenzará rápidamente en los próximos días. De este modo, la ayuda exterior a la región y la ciudad serán desconectadas, por lo que las organizaciones terroristas no tendrán medidas para negociar con nadie”, aseguró el mandatario turco.
Ocasiones
Erdogan expresó en varias ocasiones que Turquía no tiene intención de suspender su operación en Afrin, destinada a acabar con los milicianos de las YPG situado cerca de la frontera sur del territorio turco. La campaña militar de Ankara puso de manifiesto la compleja trama de rivalidades y alianzas en el norte de Siria entre las fuerzas kurdas, el Gobierno sirio, las facciones rebeldes y las fuerzas militares de Turquía, Irán, Estados Unidos y Rusia.
Respecto a Ghuta Oriental, al menos 49 personas más han muerto el martes en los bombardeos de las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al Assad, sobre el enclave rebelde, según ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos con sede en Londres y una red de informadores en Siria.
Este organismo ha revelado que desde que se intensificó la ofensiva sobre el enclave rebelde el pasado domingo unas 190 personas han muerto y otras 850 han resultado heridas por las acciones de las fuerzas sirias. Numerosos niños están entre los fallecidos, lo que ha llevado al Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) a que publiquen el martes un comunicado en blanco para denunciar el número masivo de menores que habrían fallecido tras los últimos bombardeos en Ghuta, asegurando que el sufrimiento les ha dejado “sin palabras”.
