El día 21 de agosto pasado, la Unión Europea llegó a un acuerdo con Estados Unidos en el que se fija un arancel general máximo del 15% a sus exportaciones y que se aplicará también a sectores como el farmacéutico y semiconductores, aunque en el caso de vehículos la rebaja del 27,5% actual queda condicionada a un mejor acceso a productos agrícolas y alimentos estadounidenses. Es decir, en el caso del sector de la automoción, coches y componentes europeos, la rebaja arancelaria del 27,5% al 15% queda condicionada a que la Unión Europea conceda acceso preferencial a su mercado, eliminando aranceles a los productos pesqueros y agrícolas estadounidenses, incluidos los frutos secos, productos lácteos, frutas y verduras frescas o procesadas, alimentos procesados, semillas para la siembra, aceite de soja y carne de cerdo, mientras que ha de concretarse la situación del vino y derivados en el referido acuerdo.
Un acuerdo que amenaza al sector primario español, dado que, aunque quedan excluidos la carne de vacuno y de ave, el azúcar, el arroz o el etanol, el acuerdo perjudicará a la exportación de aceite de oliva, vinos y frutas, mientras que se facilitará la importación de productos de EEUU.
Las exportaciones españolas a EEUU sumaron la cantidad de 3.609 millones de euros en 2024 (4,8% del total), y más de 1.013 millones de euros corresponden al aceite de oliva, seguido del vino (354 millones de euros) y legumbres en conserva (247 millones de euros). Las importaciones agrícolas de EEUU se elevaron a 2.051 millones de euros, principalmente habas de soja (649 millones de euros) y frutos secos (488 millones de euros). El acuerdo, en definitiva, beneficia al sector del automóvil europeo, pero facilitará el acceso a productos agrícolas, lácteos, frutas, semillas y carne de porcino procedentes de EEUU.
La U.E. se compromete además a adquirir gas natural, petróleo y productos de energía nuclear de EEUU. por valor de 750.000 millones de dólares en los próximos 3 años, así como chips de inteligencia artificial por 40.000 millones de dólares, junto con equipamiento militar.
Seguidamente el día 28 de agosto, la U.E. presentó la propuesta de eliminar los gravámenes sobre todos los bienes industriales estadounidenses, con la finalidad de que EEUU recorte sus tasas sobre los coches europeos del 27,5% actual. La medida europea afecta a la maquinaria, automóviles, madera, papel, cartón, cerámica, cuero y otros, que ahora podrán importarse en la U.E. sin ninguna traba. Mientras que EEUU procederá a una rebaja, y los gravámenes sobre automóviles caerán del 27,5% actual al 15% de forma retroactiva a partir del 1 de agosto. No obstante, el acuerdo debe ser aprobado por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea.
Además, y se prevé una tarifa cero por ambas partes para los recursos naturales no disponibles, incluido el corcho, aeronaves y sus componentes, los productos farmacéuticos genéricos y sus ingredientes y precursores químicos. La Comisión también pretende la eliminación de los aranceles para ciertos volúmenes de productos agrícolas no sensibles. Se han fijado cuotas de miles de toneladas a la importación de aranceles con tarifa cero para los mariscos, nueces, productos lácteos, frutas y verduras frescas y procesadas, alimentos procesados, granos y semillas para plantar, semillas de oleaginosas de soja y carne de cerdo procedentes.
El acuerdo otorgaría un mejor acceso al mercado europeo para los productos agropecuarios estadounidenses, mientras que los productores de la U.E. se enfrenan a aranceles más altos sobre productos de exportación clave, aunque la medida no afecta a la carne de vacuno, las aves de corral, el arroz o el etanol.
En resumen, la propuesta final de la Comisión Europea con los productos industriales norteamericanos que van a quedar liberados de aranceles en territorio comunitario como parte del acuerdo con Donald Trump acredita la prioridad de la U.E. en salvar la industria del automóvil y sus componentes de la tarifa del 27%, cuando han caído los pedidos de China por la intensa electrificación de su parque móvil. Pero a cambio de lograr una rebaja hasta el 15% – el arancel general para la U.E.- de la tarifa aplicable a los automóviles y sus componentes, la Unión Europea se ha visto obligada a liberar todo arancel a los bienes industriales de Estados Unidos y a gran parte de los productos alimentarios americanos. Lo cual representa un precedente muy peligroso que puede ser utilizado por otros países como China para ejercer una coerción económica sobre la Unión Europea para facilitar la entrada de producciones de otros países. Una vez más, la agricultura y la ganadería comunitarias se sacrifican con la entrada de otros productos del exterior, para compensar en este caso la exportación de automóviles a EEUU. Cuando está pendiente la ratificación del Acuerdo U.E. con Mercosur, que puede facilitar la entrada de productos de América del Sur en clara competencia con las producciones agrícolas y ganaderas comunitarias. Unas medidas de la Unión Europea que pueden entrar en colisión con las producciones de cereales y carne de porcino de Segovia.
