Una semana lleva abierta a los ciudadanos la nueva Biblioteca Pública y ayer hizo un primer balance el delegado de la Junta de Castilla y León, Javier López-Escobar, quien destacó que “está abierta en el horario normal para préstamo y consultas y la sala de estudio, que parece que tiene que ir adecuándose a alguna queja que hay sobre la sonoridad del edificio y de la sala”, dijo haciendo referencia a las protestas que algunos usuarios han hecho públicas por el ruido que hay en el espacio dedicado al estudio.
A este respecto, López-Escobar puntualizó que, “como todo, eso es opinable y habrá que ir estudiándolo para mejorar las instalaciones”, ya que “no todo el mundo tiene las mismas expectativas ni encuentra lo que busca y hay gente que prefiere un murmullo sordo porque con el silencio total no se concentra”. Además, dijo, “hay gente que destaca la amplitud, la luz…” de la sala de estudio, dejando claro que no todo son quejas.
En cuanto al funcionamiento de las instalaciones y la prestación de servicios durante estos primeros días, el delegado señaló que “hay algunos problemas clásicos de cualquier puesta en marcha y del funcionamiento ordinario de cualquier infraestructura, proporcional también al tamaño de las instalaciones. Partimos de una Biblioteca pequeña, con unas infraestructuras sencillas y unos mecanismos simples, y ahora tenemos un edificio que multiplica por cinco el espacio, pero que también cuenta con sistemas de vigilancia, de control de incendios, sistemas informáticos… y unos tejados muy grandes en los que ha aparecido una gotera que hay que resolver”.
Sin embargo, aseguró, “a pesar de todos esos problemas, gracias al trabajo del personal de la Biblioteca del Servicio de Cultura, la Biblioteca es una realidad y está en marcha y cuando se vayan solucionando estos problemas iremos abriendo más servicios”.
Y es que el personal es uno de los puntos fuertes con los que cuenta la Biblioteca Pública, a pesar de ser “escaso”, en palabras del delegado. “Me gustaría que hubiera más personal, pero eso es más difícil que poner ladrillos, porque no depende sólo de la voluntad de una Consejería, sino de lo que dicte y nos permitan la Ley Básica y el Estado [en cuanto a convocatoria de oposiciones y número de plazas]. Pero el personal, por lo que he visto, está motivado y con ganas de sacar provecho a ese espacio y lo mejor de sí, por lo tanto el personal es escaso pero muy motivado”, aseveró.
López-Escobar habló también de la asistencia que ha tenido durante estos días la nueva Biblioteca Pública: “El día de la apertura por la mañana hubo una asistencia tímida, de algunos curiosos; pero por la tarde ya hubo una asistencia considerable y el sábado hubo una gran afluencia de público”.
Añadió que “apuesto a que va a haber más público del que teníamos. La antigua Biblioteca estaba muy consolidada, con un público fiel que acudía todos los días a consulta, a lectura de prensa, a los grupos de lectura que se han mantenido en el Palacio de Quintanar durante el traslado… Pero como sala de estudios no funcionaba con todo el espacio y la sala de consulta de internet no tenía tanta capacidad. Además, no teníamos tanta gente joven tan cerca, con lo cual mi apuesta es que la afluencia va a ser superior y con un público más variado, con gente estudiando, consultando… Va a haber mucha actividad”, argumentó el delegado.
Respecto a la posibilidad de abrir la Biblioteca Pública durante las tardes en verano, reconoció que es un tema que hay que estudiar todavía, pero “procuraremos prestar la mayor parte de los servicios adecuándolos a la época”.
