A tan solo unas horas de que se dispute la final de la Liga de Campeones en el estadio de Wembley, en la capital inglesa, la tensión y la calma se adueñan del sentir de los ciudadanos londinenses, que aún tienen muy presente el asesinato, el pasado miércoles, del soldado británico Lee Rigby, a plena luz del dia en el barrio de Woolwich, a manos de dos individuos que cantaban Allahu Akbar (Alá es grande).
Y es que la Policía sigue investigando si los criminales actuaron solos o, por el contrario, son parte de una red mayor. Así, las Fuerzas de Seguridad interrogaron al hombre y a la mujer que detuvieron el jueves por su presunta relación con este hecho para determinar sus vínculos con milicianos en el Reino Unido o en el extranjero. Además, revelaron que al menos uno de los dos autores es de origen nigeriano y que, aunque todavía no «hemos podido confirmarlo, creemos que el otro también lo es».
Ademas, al parecer, los investigadores averiguaron que uno de los sospechosos estaría interesado en unirse a la secta islamista Al Shabaab, que actúa en Somalia.
Así y para dar más luz al trágico suceso, la Policía difundió ayer un vídeo que muestra el momento en que los agentes dispararon contra los islamistas. Ocho fueron los dispararon empleados para abatirles.
Pero la parte negra del caso también está presente, algo que se traduce en tensión. Y es que para labrar el terreno de esta investigación parlamentaria, el secretario de Estado, Eric Pickles, reconoció ayer que el Gobierno no tiene recursos ni podría legalmente «espiar, seguir, controlar o detener durante 24 horas al día» a todas las personas que han expresado opiniones radicales o se han manifestado pacíficamente a favor de posiciones políticas extremas.
Por otro lado, la incertidumbre persiste y es que los servicios de información están siendo criticados por no haber adoptado alguna medida que previniese la muerte del soldado, dado que los dos agresores estaban fichados. «El comité investigará a fondo qué se sabía y qué se hubiese podido realizar para prevenir el golpe, pero todos podemos comprender lo difícil que es en una sociedad libre controlar la población», admitió Eric Pickles.
Pero si hay alguien que está inmerso en la tristeza esa es la familia del fallecido Lee Rigby. Su padrastro le recordó como un auténtico héroe. «¿Qué podemos decir sobre Lee, nuestro ídolo? Estábamos tan orgullosos de él», señaló. «Nos gustaría decir buenas noches Lee, descansa en paz nuestro soldado caído, te queremos», añadió. «No esperas que esto suceda en un país como el Reino Unido. Piensas que está seguro», añadió la mujer del militar y madre de su hijo de dos años.
El último SMS que Rigby envío a su madre Lyn decía: «Buenas noches mamá, espero que hayas tenido un fantástico día hoy porque eres la más maravillosa y única entre un millón de madres que cualquiera pueda desear. Gracias por apoyarme todos estos años».
