En una comparecencia en la Cámara de los Comunes, el ministro de Exteriores británico, William Hague, ordenó el cierre inmediato de la legación iraní y dio un plazo de 48 horas a sus diplomáticos para que abandonaran el Reino Unido.
Al tiempo, anunció que todos los diplomáticos británicos han abandonado ya Irán, donde la embajada del Reino Unido ha sido también cerrada.
Esta fue la contundente respuesta del Ejecutivo británico al violento asalto de ayer a su fortificada embajada en Teherán, llevado a cabo por jóvenes islamistas radicales y del que el Reino Unido responsabiliza al Gobierno iraní por no garantizar la seguridad de su misión diplomática.
El jefe del Foreign Office insistió en que ese incidente supuso «una violación» de las leyes internacionales y más en concreto de la Convención de Viena, que obliga a los gobiernos a garantizar la seguridad del personal diplomático y embajadas extranjeras en su territorio.
Con el lenguaje más duro que se puede utilizar a nivel diplomático, el ministro de Exteriores denunció que las autoridades iraníes no hayan protegido su embajada, «algo por lo que cualquier nación se avergonzaría», y acusó a los 200 manifestantes implicados de formar parte de la milicia de estudiantes Basij «controlada por elementos de régimen iraní».
Las duras palabras de las autoridades británicas y las contundentes medidas tomadas alimentan la que se considera la crisis más grave entre el Reino Unido e Irán desde la revolución islámica de 1979.
La tensión entre ambos países ha ido aumentando desde que el pasado día 21 Londres decidiese suspender todas las transacciones financieras con los bancos iraníes por su programa nuclear, del que sospecha una finalidad militar.
Irán, que defiende el contenido pacífico de su programa atómico, respondió la semana pasada con la tramitación de una ley que reduce los lazos diplomáticos con el Reino Unido, lo que suponía de hecho la retirada de los embajadores.
La Embajada de España en Irán sigue abierta a la espera de la decisión que adopten los ministros de Asuntos Exteriores de la UE en la reunión convocada para mañana en Bruselas.
