En partidos como el de ayer la lectura más positiva con la que se pueden quedar los equipos –en este caso el Club Deportivo La Granja y el Cristo Atlético–, es que ninguno de los dos se fue de vacío. Y es que el empate se antoja como un resultado justo, vistas las pocas ocasiones claras de las que dispusieron granjeños y palentinos, repartidas entre ambos.
Dentro del once inicial que presentó Manuel Retamero destacaron, sobre todo, la presencia de Michel en el centro de la defensa en lugar del capitán Pluma, en el banquillo por decisión técnica; y de Mario por Quique, en el extremo izquierdo.
Justo tras el pitido inicial del árbitro comenzó a caer una lluvia constante sobre el campo de El Hospital, empapándose el césped y complicando el juego por el piso.
Al primer minuto un contragolpe montado por Mario acabó con el balón en los pies de Ricardo, que no pudo lanzar a puerta con comodidad y el portero detuvo la pelota. Seguidamente, los dos mismos protagonistas dispusieron de otra oportunidad, con el centro de Mario desde la izquierda y el remate de cabeza de Ricardo, muy alto.
La Granja comenzaba con fuerza, aprovechándose de lo rápido que iba el balón a ras de suelo y buscando la velocidad de sus hombres de delante.
Pero, tras este buen arranque, las cosas se igualaron, y se vio a un Cristo Atlético al que le duraba más la posesión, y que estuvo muy cerca de meter un golazo casi desde el centro del campo, en el minuto 17, por medio de Conde. Pero Yiyo reculó a tiempo y detuvo el balón.
Los granjeños estaban dejando jugar a los palentinos, esperándoles atrás y abusando demasiado de los balones largos. Por eso, cuando optaban por tocar desde atrás y elaborar el juego, era cuando en más apuros ponían al Cristo Atlético.
Aún así, la siguiente ocasión para los de casa llegó con un saque de esquina, rematado en primera instancia por Guillermo, y cuyo rechace le cayó a los pies a Ricardo, quien no logró rematar con suficiente fuerza.
Precisamente Ricardo sufrió un fuerte golpe en la espalda a la media hora, sin consecuencias. Poco después Javichi remató desde dentro del área, pero Yiyo estuvo atento para bloquear el balón.
En los últimos minutos fueron los de rosa y negro quienes estuvieron más activos, con dos ocasiones bien salvadas por Yiyo y por Adrián, cortando un disparo a ras de suelo.
Por su parte, un lanzamiento raso de Guillermo desde fuera del área y detenido por el portero, cerró la lista de ocasiones granjeñas en una gris primera parte.
En la segunda parte, después de un fuera de juego por cada equipo, el partido continuó por los mismos derroteros que antes del descanso, con la lluvia arreciando y los dos equipos buscando –con más pena que gloria– un gol que no llegaba.
El encuentro, como la tarde, se estaba volviendo cada vez más desapacible y oscuro. Con la que estaba cayendo, cualquier acción puntual, cualquier resbalón o balón perdido podía causar un disgusto a granjeños o a palentinos.
Por eso, cualquier llegada a puerta era un tesoro. Y casi llegó el 1-0 con un remate a la media vuelta de Michel, en labores ofensivas, tras un corner.
Pasado el minuto 67 el Cristo Atlético realizó un par de ofensivas por la banda izquierda, bien desbaratadas por Yiyo y por el mal remate del jugador palentino.
Quique, que entró en el campo por Mario en el minuto 68, se sacó una volea de la manga que se marchó algo desviada. Fue en el 77, y seguidamente, le correspondió la ocasión a los visitantes, con un tiro de Dani Gracia, solo ante Yiyo, que acabó casi en saque de banda.
A la siguiente, el susto en el cuerpo de los granjeños lo puso Loma, con un remate de cabeza que sacó Adrián sobre la línea de gol.
Aún hubo tiempo para alguna jugada más –con el encuentro roto y los jugadores acusando el cansancio– y también para la polémica, con un gol anulado a Quique por fuera de juego.
