Dentro de un hospital, los técnicos de laboratorio juegan un papel fundamental al encargarse de procesar las diferentes muestras que se realizan desde la preanalítica. Una labor importantísima ya que los resultados que salen de aquí marcarán el diagnóstico, seguimiento y tratamiento posterior de cada paciente sometido a análisis. Por lo tanto, la automatización y digitalización de los laboratorios es de gran importancia para ellos y supone un cambio importante en su forma de trabajar. Uno de los técnicos superiores del Complejo Asistencial de Segovia es Rafael Bartolomé Arroyo, quien trabaja en el Hospital desde el año 2009 y ha podido ver cómo el trabajo de su equipo se hacía más rápido y sencillo gracias a toda esta renovación.
— ¿En qué consiste su labor como técnicos de laboratorio?
— Yo estoy en la central de manejo de muestras. Allí procesamos las muestras que se realizan de preanalítica desde que se hace la extracción por parte del personal de enfermería. A nosotros nos llegan los volantes, los tubos con diversas muestras biológicas como sangre u orina, y nos encargamos de procesarlas metiéndolas en cada uno de los analizadores para ver que las pruebas solicitadas concuerdan con el número de tubos de las extracciones realizadas.
— ¿Cómo ha cambiado su trabajo desde antes hasta después de la actualización?
— A mediados del mes de junio estuvieron dándonos una pequeña formación para el cambio de sistema y ahora los volantes nos llegan ya programados con los datos del paciente y la prueba solicitada, por lo que, aunque sí hay que revisarlo, no tenemos que poner nosotros esta información a mano. Y es que, a la hora de hacer las extracciones, el programa simplemente te saca las pegatinas con lo que tiene que poner en cada tubo, tanto de suero, de sangre, orina o muestras de microbiología. Esto nos facilita mucho todo el proceso y acorta el tiempo de comprobación.
— ¿Cuánto tiempo podía durar antes el procesamiento de las muestras y cuánto les puede llevar ahora?
— Antes, entre unas cosas y otras, procesar cada muestra podía llevar un par de horas, por lo que hacer las cientas que llegaban en un solo día era completamente imposible. Pero ahora, con la nueva cadena automatizada, el objetivo es que seamos capaces de sacar todas las muestras en el mismo día. Y, de hecho, las personas ingresadas ya pueden tener los resultados de sus análisis en poco más de una hora, sean de sangre, orina o suero. Luego es verdad que los procesos de microbiología duran un poco más, porque muchas veces hay que sembrar la muestra para aislar el agente patógeno, pero, en general, estamos ganando mucho tiempo. Y más que vamos a ganar cuando los equipos funcionen a pleno rendimiento y mejoremos algunos detalles que aún faltan por pulir. Pero el proceso de programación y de comprobación de volantes y tubos ya va mucho más rápido, porque no tenemos que mirarlos uno por uno como hacíamos hace unos meses, antes de que empezara el programa.
— ¿Cuáles son esos aspectos que todavía quedan por pulir?
— Pues, simplemente, corregir los pequeños fallos en la gestión de la automatización de la cadena, como códigos de barras que llegan algo tenues, anotaciones con rotulador que se han puesto en las etiquetas y hacen que el programa no las lea bien… También hay que mejorar en el apartado de los módulos de recepción, para que detecten bien los tubos, cada uno con su tapón (y de hecho hemos tenido que cambiar algunos modelos de tubos para adaptarnos al sistema automatizado). Pero, aparte de todo esto, la rapidez en la preanalítica y el proceso de programación de volantes lo estamos notando ya. Y después lo notaremos mucho más.
— ¿Cómo está yendo el proceso de adaptación a esta nueva forma de trabajar?
— Está siendo muy duro y todavía estamos en ello. Hay que tener en cuenta que empezamos con el nuevo programa informático el 1 de junio, pero la cadena automatizada, con todos los equipos de bioquímica nuevos, la pusieron el 15 de octubre, hace solo mes y medio, por lo que aún nos estamos adaptando. Al fin y al cabo, los técnicos de laboratorio somos los que más hemos notado estos cambios, tanto nosotros a los equipos como los equipos a lo que demandamos nosotros. Todo está automatizado ahora, pero tiene que alcanzar un buen ritmo para que todo esto compense en tiempo y calidad. Este proceso es normal porque llevamos muchos años trabajando de la misma manera, los equipos son nuevos y tenemos que estar muy pendientes. Pero poco a poco nos iremos adaptando a esto, iremos retocando las cosas y aprendiendo algo nuevo para consegir reducir los tiempos de respuesta, ya que al final, lo que se busca con esto es un bien para el paciente, que los resultados sean más rápidos y con la misma fiabilidad de antes o más. Todavía no hemos llegado a conseguir este reto, pero podemos lograrlo.
— ¿Se ha notado mucho el incremento de pacientes y peticiones que se viene dando a lo largo de los últimos años?
— Sí, nos están llegando una gran cantidad de muestras de toda la provincia. Tenemos más de 700 peticiones cada día, lo que hay que multiplicar por tres tubos cada petición. Es muchísimo.
— ¿Para cuándo prevé que los laboratorios estarán funcionando a pleno rendimiento con esta actualización?
— Yo calculo que para Navidades ya estaremos listos.
