Para abrir el curso 2015 – 2016 de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, el académico de mérito Antonio Linage Conde ofreció ayer la lección inaugural, dedicada a la cofradía del Entierro de Cristo, de Segovia, de la que, según explicó, existe “muy poca documentación”, pero la suficiente para saber que hunde sus raíces en el siglo XV y, desde esa centuria, permaneció activa hasta el año 1907.
Las dos características fundamentales de la Cofradía del Santo Entierro son, de acuerdo a Linage, su labor organizativa de la procesión del Viernes Santo en Segovia y, por otra, su composición, integrada, por profesionales del Derecho.
De la procesión del Viernes Santo, destacó su “gran relevancia social” en la ciudad, revelando, a modo de anécdota, las invitaciones que cursaba para participar en la misma, entre ellas una a EL ADELANTADO. En cuanto a los miembros de la Cofradía, señaló que podían integrarse en ellas todos los profesionales del Derecho, en sentido amplio, tanto los seglares como los eclesiásticos, y también los oficios auxiliares.
Para el cronista de Sepúlveda, el recorrido por la historia de la Cofradía del Entierro de Cristo durante el siglo XIX “es una estampa de la Edad Contemporánea en Segovia”. A partir de 1836, la documentación de esta Cofradía es abundante, y permite conocer infinidad de datos de la época.
“La Cofradía del Entierro compartía capilla con otra cofradía, la de la Esclavitud, de la que era muy diferente”, señaló. Mientras la del Entierro tenía muy pocos cultos, la de la Esclavitud celebraba misa todos los domingos. Mientras la primera estaba restringida a los profesionales del Derecho, la segunda era abierta a los trabajadores de paños y otros oficios. Y mientras que en la del Entierro no había cuotas (“los cofrades únicamente pagaban si al final del año había más gastos que ingresos”, señaló), en la de la Esclavitud se pagaba una cuota fija.
Linage, quien ejerció de notario durante casi medio siglo, mostró su satisfacción porque un profesional del Derecho abriese el curso hablando de la Cofradía segoviana de los juristas, recordando también a Manuel González Herrero, quien dirigió la Real Academia de San Quirce y el Colegio de Abogados.
