No será hasta principios de 2023 cuando se obtenga la foto fija del balance de la evolución de la economía segoviana en el año que está a punto de terminar, pero el análisis trimestral que realiza el Observatorio Económico de Castilla y León del Colegio de Economistas de Valladolid referido a la provincia señala ya signos evidentes del desgaste que la crisis está produciendo en algunos de sus vectores más importantes.
Los datos correspondientes al tercer trimestre del año en curso contenidos en el Observatorio sitúan la evolución negativa del empleo en la provincia como uno de los datos menos favorecedores. Así, la Encuesta de Población Activa señala que el número de parados se sitúa en la barrera de los 7.500, un 19 por ciento más que en el mismo trimestre del año anterior, dato que contrasta con la reducción experimentada en el conjunto de la región, con un 10,2, lo que ha hecho que la tasa de paro haya crecido más de un punto y medio con respecto a 2021, pasando del 8,1% al 9,7 % en este mismo periodo de 2022.
De este modo, la tasa de actividad crece apenas un 0,4%, situándose en el 59,9 por ciento de la población mayor de 16 años, pero se sitúa por encima de la media regional, cifrada en el 54,1%
Las cifras de desempleo registradas en las oficinas de empleo mejoran algo estas perspectivas, ya que no superan la barrera psicológica de los 6.000 parados, y registran en el tercer trimestre un descenso interanual del 14,4%; pero la afiliación a la Seguridad Social sólo experimenta un mínimo ascenso del 0,8 por ciento y las cifras de contratos registrados caen un 26,4% con relación a 2021.
La creación de empresas no ofrece tampoco datos excesivamente esperanzadores. El Observatorio Económico recoge las cifras del INE, que certifica en 10.756 las empresas activas en Segovia, un 0.6% menos que en el año precedente, lo que supone una ratio de 69,9 empresas por cada mil habitantes y cifra el parque empresarial de la provincia en el 6,9% del total en Castilla y León. La estructura empresarial de Segovia se sustenta principalmente en microempresas (96,4% del total), cuya condición jurídica predominante es la persona física (62,6%).
En cuanto a las sociedades mercantiles, el informe señala que “no es previsible que el escaso peso de las sociedades anónimas y limitadas en Segovia vaya a crecer a corto plazo”. Así, durante el tercer trimestre de 2022 se crearon un total de 37 sociedades, todas ellas bajo la forma de responsabilidad limitada, con un capital suscrito de 1,4 millones de euros.
En el sector financiero, la compresión de la economía provincial hace mella en el crédito bancario. Así, al finalizar el tercer trimestre, las instituciones financieras operativas en Segovia tenían créditos concedidos por un volumen de 2.738 millones de euros, lo que supone un retroceso del 3,6% sobre el valor alcanzado un año antes; siendo el sector privado el mayor beneficiado. En cuanto a las hipotecas, se expresa una tendencia positiva en el número de concedidas, que mejora un 8% con un total de 458 tramitadas, la mayoría de ellas respaldadas por fincas de naturaleza urbana (99,1%) y que alcanzan un volumen total de 47,8 millones de euros. El estudio señala que el importe medio de una hipoteca de una vivienda urbana en Segovia es de 106.255 euros, un 1,2 por ciento superior a la media regional (104.992) y un 26,8 menos que la media nacional (144.840 euros)
INFLACIÓN POR DEBAJO DE LA MEDIA
En septiembre de 2022, la tasa de inflación en Segovia sitúa su valor en 110,3 respecto a 2021, casi medio punto por debajo del IPC del conjunto de la región (110,7). Este dato supone una subida interanual de los precios del 9,7 por ciento a pesar de la caída experimentada en el mes anterior del 0,7 por ciento. La vivienda, el agua, la electricidad y el gas experimentan las mayores subidas de precios, con casi un 20 por ciento, y muy cerca las de alimentos y bebidas no alcohólicas, con el 14,1 por ciento, mientras que las comunicaciones registran un significativo descenso en sus precios cifrado en un 2,6 por ciento.
MENOS LICITACIÓN DE OBRA PÚBLICA, Y TODA REGIONAL
En el apartado de Construcción, el Observatorio Económico alude a los datos oficiales de la Cámara de Contratistas de Castilla y León, que entre enero y octubre de 2022 estiman que la licitación oficial de obra pública cayó un 20,8 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior, situándose en 58,6 millones de euros.
Según el origen de la licitación, la Junta de Castilla y León ha sido la principal promotora con 34 millones de euros (58% del total); y atendiendo a la finalidad de la licitación, los fondos se han destinado en un 43,8% a edificación y el 56,2% a obra civil.
ALEGRÍA EN EL COMERCIO EXTERIOR
El informe ofrece datos positivos en la evolución del comercio exterior en la provincia. Así, las relaciones comerciales de las empresas de Segovia con el extranjero durante el tercer trimestre de 2022 se resumen en unas exportaciones valoradas en 173 millones de euros y unas importaciones de 80,2 millones, lo que arroja un superávit comercial de 92,8 millones de euros. Sin embargo, mientras que la variación interanual de las exportaciones es del 10,2%, la de las importaciones se sitúa en el 30,8%.
Las empresas de la provincia llevan a cabo el 4,9% de las exportaciones regionales, y el 2,3% de las importaciones, en ambos casos destacando el comercio de semimanufacturas.
El turismo mantiene el tipo en contrataciones y alojamientos
La crisis sanitaria hizo mella de forma muy especial en el sector hotelero y hostelero de la provincia, pero la recuperación de la normalidad ha permitido que el principal motor económico de Segovia vuelva a recuperar su velocidad de crucero con un aumento del empleo y de los alojamientos.
Así, el informe precisa que el número de establecimientos hoteleros abiertos en septiembre no varía respecto al mismo mes del año anterior, quedando situado en 111, con una oferta de 5.854 plazas de alojammiento, representando una subida interanual del 3,5%. Esto se ha traducido en un aumento del personal contratado del 15,,2 por ciento, llegando su número a 616 empleados.
En el tercer trimestre, Segovia registró más de 150.000 visitantes, con un total de270.000 pernoctaciones, lo que supone que la estancia media del turista en Segovia se aproxima a los dos días.
En cuanto al turismo rural, el tercer trimestre cerró con 419 establecimientos, un 2,7 % más que el año anterior, con una oferta de 4.014 plazas de alojamiento que aumentó en un 3,5 por ciento los datos interanuales. Ello también se ha traducido en un aumento del personal contratado de un 21,8 por ciento, registrándose un total de 636 empleos vinculados a este turismo.
Castilla y León entra en 2023 con “calma tensa e incertidumbre”
El director del Servicio de Estudios Económicos de Castilla y León (EcovaEstudios), Juan Carlos de Margarida, señala que la economía de la Comunidad se encuentra en un momento de “calma tensa y dudosa”, que “invita al optimismo, pero afronta un futuro lleno de incertidumbre”.
Las variables económicas positivas y negativas están compensadas, ya que el PIB disminuye, pero no llega a ser negativo; la industria se mantiene, pero disminuye considerablemente sus márgenes; el empleo es estable, pero va perdiendo fuerza; y la confianza de las familias y de las empresas disminuye muy lentamente, detalló.
La confianza de los consumidores en Castilla y León es superior al resto de España, algo que según el director de EcovaEstudios, es “bueno” debido a la “estabilidad relativa”, sin embargo, las exportaciones de las empresas han disminuido, cuando tuvieron que hacer frente a los costes que supuso la innovación para poder producir para todo el mundo. Sin embargo, según el economista, la economía se sustenta en una realidad con grandes dudas y altos niveles de incertidumbre, donde cualquier cambio en el ámbito socioeconómico a nivel internacional puede modificar drásticamente todas las previsiones a peor y, en el mejor de los casos, a mantenerlas en un periodo mayor de tiempo de lo inicialmente esperado.
El director de EcovaEstudios afirmó que los indicadores económicos sitúan a Castilla y León ante un doble escenario de decrecimiento contenido y de debilitamiento económico generalizado debido a la conjunción de una serie de variables que crean incertidumbre.
“Estas son caída de la demanda, de la inversión de las empresas y de las exportaciones, o bien el deterioro de la confianza de familias y empresas, entre otras y que junto el debilitamiento de la economía mundial, la crisis energética, el encarecimiento de los suministros y la guerra en Ucrania, apuntan hacia una ralentización de la economía sin visos claros de poder pararla en el año 2023, y con un estancamiento económico en el 2022”.
