En esta España en que cada jornada se celebra un «Día nacional de…», cada 23 de abril dedicamos la jornada al libro, ese amigo que nos amuebla la mente y nos alegra el espíritu viajándonos a lugares ignotos, presentándonos importantes personajes, recreándonos con interesantes relatos, recordándonos viejas tradiciones, o rejuveneciéndonos con cuentos y leyendas de antaño.
Celebramos la “Fiesta del Libro” el 23 de abril por coincidir este día los fallecimientos de tres grandes figuras de la literatura universal: Cervantes, Shakespeare y Garcilaso de la Vega, aunque realmente no sean tan coincidentes tales fechas. Nosotros festejamos a nuestro “Príncipe de los Ingenios”, también gloriosamente llamado “El Manco de Lepanto”, por haber perdido movilidad de su mano izquierda en esta histórica Batalla ,en la que la Liga Santa venció al turco, y que escribió la primera gran novela moderna de gran repercusión en la literatura europea,“El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”, sólo superada por la Biblia y Las Etimologías, de San Isidoro.
En Segovia su arteria vial más importante, transitada y comercial, genéricamente conocida como Calle Real, que comunica las dos plazas de la ciudad, las dos únicas pues las otras son deliciosas plazuelas llenas de embrujo y encanto, pero solo son plaza la pequeña, por ello llamada Azoguejo, o pequeño foro, y la Mayor, se divide en varios tramos con diferente denominación, siendo el último la llamada Calle Cervantes, en la que abre sus puertas y escaparates la librería Cervantes, en la que ya mi padre adquiría material escolar para sus aulas y hoy yo adquiero libros para mi formación y deleite y para la educación de mis nietos, única librería que queda de las varias que antaño formaron un auténtico “barrio de las Letras”, con nombres tan recordados como La Fuencisla, María, Mauro Lozano, y más recientemente Entre Libros.
Nacía este clásico, histórico,“templo de la cultura segoviana” allá por 1.907, aunque con breve paso por su ubicación en la calle San Francisco y en otro número de ésta de Cervantes, y en 1.916, ya definitivamente en el actual emplazamiento. Cuatro generaciones han soportado el esfuerzo y disfrutado su exitosa larga vida, Cándido Herrero Bernal, Cándido Herrero Valduvieco, Guillermo Herrero García, a quien “El Adelantado de Segovia” citó como “el eterno librero de la Calle Real” y su actual gerente, hombre polifacético de la cultura Guillermo Herrero Gómez.
Desde hace más de un siglo, sus estanterías y escaparates han ofertado bibliografía de todas las ramas del saber, libros de Segovia, escolares, narrativa, costumbres y tradiciones, de temática religiosa, de Historia y política, naturaleza, mapas y planos,libros para niños, así como bazar de curiosos objetos de ingenio y para trabajos manuales, recortables, juegos y entretenimiento infantil y familiar, incluida la, específica para este establecimiento segoviano, goma de borrar “Cervantes”, ha visto entrar, conversar, recomendar y facilitar libros a famosos y populares como el asiduo cliente A. Machado, el Marqués de Lozoya, o el mismísimo ex presidente Adolfo Suárez.
Próxima la jornada de exaltación del libro, en la que Segovia coloca una corona de laurel al “Príncipe de los Ingenios”, en la placa de su calle, recuerdo que hace años, concretamente en artículo en este diario de 22 de septiembre de 2016, titulado “Aquellas librerías de antaño” sugería que Segovia, por bien nacida agradecida, hiciese algún tipo de homenaje a esta saga y este establecimiento auténtica factoría de saberes y cultura para la ciudad y provincia de Segovia. Hoy, renovadas las corporaciones provincial y municipal renuevo mi solicitud de algún detalle que indique que somos sensibles a tal aportación de cultura, en una ciudad Patrimonio de la Humanidad, monumental, universitaria y cultural.
Bien podría ser una placa en la fachada del establecimiento recordando y agradeciendo Segovia y su concejo el más de un siglo de dedicación y servicio a la cultura por la familia Herrero. Sería un acto entrañable, y de justo y necesario agradecimiento ciudadano, al tiempo que de homenaje al libro en éste su día y al “Príncipe de los Ingenios” en la calle y establecimiento a él dedicados.
Ignoro el protocolo consistorial a seguir para el acuerdo de homenajes y reconocimientos, pero, si no da tiempo a su ejecución para este “Día del libro” 2024, sí podría acordarse y comunicarse su intención de hacerlo en próximas ediciones. Segovia toda se honraría leyendo la placa de tal aprecio a la cultura en esta arteria vial tan transitada y llena de importantes hitos de arte, historia y cultura que une las dos plazas de la ciudad.
