Recuerdo, cómo en el colegio que estudié el bachillerato, nos daban cada semana la paga que nuestros padres habían establecido; era un internado y salvo los que vivían muy próximos, el resto no solíamos volver a casa hasta las vacaciones. Cada mes aproximadamente, los domingos, nuestros padres venían a vernos, nos sacaban del colegio, dábamos una vuelta por el pueblo, hablábamos, comíamos juntos en algún restaurante y de vuelta al cole. ¡Eran otros tiempos!. A los nueve años la paga era semanal, a partir de los 14 años la recomendación era quincenal, y desde los 16 que fuera mensual. La paga no entraba en tu comportamiento fuera bueno o menos bueno, la paga no quedaba al albur de las notas ni de otras cuestiones, la paga era intocable. En algún otro internado, lo supe con el paso de los años, no te daban el dinero en efectivo, te daban tíquets según la conducta, los resultados académicos, deportivos, actitud personal, incluso religiosa. Es más, se valoraba en esos otros internados, la delación o chivatazo del comportamiento de otros compañeros.
A los 16 ó 17 años le pregunté a uno de aquellos Agustinos que tanto debo, que porqué en nuestro colegio no se utilizaba la paga para modular nuestro comportamiento y la respuesta fue inmediata: queremos que seáis hombres con responsabilidad y libertad. ¨El dinero, mal usado, hace esclavos y súbditos y, si se utiliza como pago a cambio de favores, conductas o de la delación, lo único que se consigue es comprar voluntades¨, me terminó diciendo más o menos. Aquello marcó para siempre mi formación y lo guardo como un tesoro.
Pues esto es lo que está haciendo el Gobierno de Sánchez con su política de subvenciones, bonos, cheques y paguitas, intentar comprar las voluntades de muchos españoles, comprar su favor, comprar en definitiva su voto de cara a las próximas elecciones. No sería más fácil por ejemplo, que en lugar de dar bonos de transporte, ¿se bajara directamente el precio de los billetes? O en lugar de bonificar los carburantes, ¿bajar los impuestos sobre los mismos? O en lugar de dar cheques regalo por la compra de alimentos, ¿bajar directamente el IRPF de los afectados o reducir el IVA de todos los alimentos básicos y no sólo el de algunos?. Pero no, lo que buscan es el sometimiento de las personas al gobierno, para que vean lo dadivoso que es, cuando la realidad es que lo que ahora pretenden dar, no es otra cosa que el dinero que ya hemos pagado todos durante este año y que de haber actuado de otra forma, reduciendo los impuestos excedentarios que ha ingresado el gobierno con la inflación de este año 2022 (más de 33.000 millones de euros), ahora estaría en el bolsillo de todos los españoles. Nos lo han quitado a lo largo del año vía impuestos extraordinarios y ahora, pretenden comprarnos o hacernos súbditos, que es lo que ha hecho siempre el comunismo y ahora las dictaduras bolivarianas. Te quitan lo que es tuyo y te pertenece, para luego dártelo como un favor. Es inmoral un cheque de ocio cultural de 400€ y sólo de 200€ para la comida de familias vulnerables. Nada sale más caro que lo que el gobierno ofrece “gratis”.
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(*) Diputado Nacional del PP por Segovia.
