Apenas sosegado el tema de las barbaridades que la televisión oficial catalana, pagada ‘por todos’, que, en aras de la libertad de expresión y de esa caja de sastre que es hacer ‘todo’ en clave de humor, el pasado martes santo, descargó sobre la Virgen del Rocío, mofándose de los más profundos sentimientos de andaluces, almonteños, cristianos y españoles que por millones profesamos la devoción a la Virgen, y tanto bajo esta advocación, los presentadores, por odio o porque no saben hacer humor sin acudir al insulto o la blasfemia, hicieron una burdísima parodia fingiendo entrevistar a la Virgen del Rocío, poniendo en su divina boca, con forzado y exagerado acento andaluz, los más soeces comentarios sobre su sexualidad. Es el caso que en aras de la ‘libertad de expresión’, creyentes, españoles y andaluces, vemos cómo se nos agravia gratuita, grave y siempre inoportunamente, sin que la ley lo impida o sancione.
La productora independentista, ‘Minoría Absoluta’, que se cachondea de nuestros sentimientos y de todo lo español, recibe apoyo de RTVE y del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales, ambos organismos adscritos a la Secretaría de Estado de Cultura. Es decir, la apoya el Gobierno; el catalán ministro de cultura el pasado año concedió a este ‘humorista’ catalán una ayudita de un millón de euros.
Aquí ha habido barra libre, libérrima, para la más aberrante ‘libertad de expresión’, como dice la alcaldesa catalana Colau. Luego dirán que los españoles odiamos a Catalunya.
Por otra parte, recientemente los segovianos hemos tenido la electoral visita de D. Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno de España, aunque venido en modo Secretario General del PSOE, para avalar la candidatura de la hoy alcaldesa a renovada regidora de la ciudad. Como es habitual en las escasas ocasiones en que el Presidente pisa la calle, un grupo de jóvenes le ha gritado ‘hipócrita’, ‘vendeobreros’, ‘embustero’ o ‘fascista’…Lo que, si echamos una mirada a la hemeroteca, vemos que más que insulto son definiciones pues son tan comprobables, que algunos medios, sin sanción alguna, ya le dicen “míster fraude”. Ahí están la manifestación femenina ya con la pandemia, el enigmático cambiazo de políticas con Marruecos, de este Marruecos que, sin promesa alguna sobre Ceuta, Melilla y Canarias, se anda armando hasta los dientes, el líder Polisario camuflado de lagarterana, las cinco versiones de la maleta de la ‘vice’ venezolana, las reiteradas negativas a pactar con sus hoy socios separatistas, podemitas, populistas, “si quiere lo digo cinco veces, o veinte”, la defenestración del Director General de la Guardia Civil por no incumplir la ley, el imaginario comité de expertos de la pandemia, la sedición como alboroto callejero, la permisividad del bullying al castellano, las enmascaradas cifras del paro, la no subida de impuestos, el ‘sólo sí es sí’ que saca violadores a la calle, compromiso de no usar el decreto ley más que en casos excepcionales, toda una legislatura, en fin, basada en la mentira de llamar a Rajoy corrupto, y tiene a toda la tropa enchironada por la más grave y fétida corrupción de los ERE…, y todo sin cese ni dimisión alguna. ¡Manda huevos! que decía el otro.
No vemos razón alguna para la identificación de estos jóvenes manifestantes, aunque sólo sea para meterles un brazo por una manga, o evitar otros ‘piropos’.
Aquí no ha habido ‘libertad de expresión’ alguna. Libertad de expresión según para quién.
Modestamente, opino que no es el mejor aval para candidata a alcaldía la presencia e intervención de D. Pedro, pues Sánchez no suma, resta mucho.
