Un total de 29 mujeres de nacionalidad china que estaban siendo explotadas sexualmente en España fueron liberadas en una operación de la Guardia Civil desarrollada conjuntamente con las Policías de China, Francia y Andorra, coordinada por Europol.
Según informó el Instituto Armado, en la ‘operación Gavelo’ se desmanteló una organización dedicada a la trata de seres humanos en las provincias de Madrid, Soria, Lleida, Girona, Valencia, Zaragoza y Toledo.
En total fueron detenidas 29 personas y se realizaron 22 registros —diez en Madrid, cuatro en Valencia, dos en Soria, tres en Zaragoza, uno en Girona, uno en Lleida y otro más en Toledo—.
La investigación se inició el pasado año tras una inspección en un local de alterne de la localidad soriana de Adradas, en el que los agentes identificaron a dos mujeres de nacionalidad china que presumiblemente se encontraban en el mismo ejerciendo la prostitución contra su voluntad.
La investigación permitió identificar a una persona, regente de un bazar en Ólvega (Soria), como el que había enviado a esas dos mujeres a trabajar como prostitutas en ese local.
Las mujeres eran captadas en distintas zonas de China para posteriormente, mediante engaño y con falsas promesas laborales, ser trasladadas a España, si bien algunas de ellas previamente hacían escala durante una temporada en otros países, donde igualmente ejercían la prostitución.
Una vez en España, las víctimas eran distribuidas en viviendas con pésimas condiciones que la organización poseía en diferentes provincias españolas. Las ‘madames’ y los hombres de la red las controlaban con cámaras de vigilancia y las trasladaban con conductores de la propia red. Para vencer su resistencia eran obligadas a ingerir drogas y medicamentos.
En esta operación, la Guardia Civil contó con el apoyo de agentes de la Policía de China, desplazados expresamente a España, que desempeñaron un papel fundamental en la asistencia a las víctimas.
La Guardia Civil destacó que la presencia de cinco agentes chinos junto a los españoles en los registros, así como el análisis de documentación, la asistencia a las víctimas y las consultas en bases de datos de delincuencia del país asiático son un hito en la colaboración policial a nivel internacional.
De hecho, es la primera vez en España que este tipo de colaboración operativa sobre el terreno se traduce en la presencia física de policías desplazados expresamente desde China. Dado el éxito de esta operación conjunta entre ambos países, se incrementará la colaboración entre los mismos para combatir el crimen organizado.
La Guardia Civil contó también con la colaboración de la Policía de Andorra, donde la prostitución supone una práctica ilegal. En la operación, que no se da por finalizada, se bloquearon activos y cuentas bancarias empleadas por la organización para blanquear el dinero proveniente de estas actividades ilícitas.
