La Policía Nacional y la Guardia Civil, en una operación conjunta, han desarticulado una organización criminal de carácter transnacional dedicada, presuntamente, a la trata de seres humanos con fines de explotación laboral, y han conseguido la liberación de 45 víctimas que eran explotadas en fincas agrícolas de Castilla y León, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana y Extremadura.
La organización estaba integrada por ciudadanos de origen pakistaní y argentino especializados en la captación y explotación de inmigrantes procedentes de países como Nepal, Pakistán e India.
Hay nueve personas detenidas, tres de ellas en Ávila, otras tres en Zaragoza, dos en Cáceres y otra más en Barcelona. Tres han ingresado en prisión provisional.
La investigación se inició en julio de 2024. Las pesquisas se centraron en Zaragoza, donde la organización criminal tenía su base, y desde donde captaban a sus víctimas.
Las víctimas trabajaban largas jornadas de sol a sol, con salarios inferiores al permitido legal, sin contrato y sin estar dados de alta en la Seguridad Social. Además vivían hacinados en viviendas precarias, sin condiciones higiénicas mínimas y sin acceso a servicios básicos.
