Quien piense que los hombres y mujeres que dedican su vida a servir a Dios a través de los distintos carismas de sus respectivas órdenes y congregaciones no necesitan reciclarse se equivoca, ya que los religiosos y las religiosas deben trabajar por mantener viva la llamada vocacional y adecuarla a la sociedad en la que viven y a la que sirven. Conscientes de esa necesidad, Confer-Segovia inició ayer en la residencia María Reparadora un cursillo de formación permanente al que asistieron ayer cerca de medio centenar de personas, que respondieron a la llamada de la organización que en Segovia reune a cerca de 60 religiosos y religiosas de las distintas órdenes y congregaciones que trabajan en la provincia.
El coordinador de este cursillo, José María Corral Caballero, explicó que el objetivo de estas jornadas -que se prolongarán hasta el miércoles 26 de enero no es otro que «mejorar la formación de las personas de vida consagrada no solamente en contenidos intelectuales, sino en experiencias, a través de personas que puedan dar a conocer esta doble vertiente».
Corral Caballero, perteneciente a la congregación de Hermanos Maristas, señaló que el tema elegido para el curso se centra en «La esperanza y la vida religiosa», y será desarrollado por el dominico Ricardo de Luis Carballada, vicepresidente de la Facultad de Teología San Esteban de Salamanca. En cuanto a los contenidos, precisó que el ponente abordará el tema de la esperanza y su relación con la vida consagrada a través del análisis de «la desesperanza, las fuentes de la esperanza y la vida religiosa». De este modo, señaló que este asunto «está íntimamente relacionado con la vocación, por eso siempre en nuestros cursos de formación buscamos ponentes jóvenes que puedan aportar su experiencia».
«Aunque sabemos que la mayor parte de los religiosos y religiosas son mayores, en los cursos siempre nos interesa que las comunidades se actualicen pese a la edad -aseguró- porque sabemos que viven con mucha intensidad sus carismas».
