Numerosas localidades de la provincia recordaron ayer la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén. En Cuéllar, la procesión partió de la iglesia del Convento de la Concepción. La comitiva, en la que participaban representantes de las cofradías, llevando sus estandartes, se cerraba con una imagen de La Borriquilla, portada en andas por niños. La Banda Municipal de Música amenizó el recorrido de la procesión, que acabó en la Plaza Mayor. En Cantimpalos, tras la bendición de los ramos, se desarrolló la procesión, con la presencia de los mayordomos de la cofradía de las Cinco Llagas. Mientras, en Nava de la Asunción, el Ayuntamiento facilitó a los feligreses ramas de laurel, que fueron bendecidas por el sacerdote antes de entrar en el templo. Y, en Sepúlveda, ayer tuvo lugar una breve procesión, desde la iglesia de San Justo a la de San Bartolomé. En esta procesión, que fue recuperada en 2008 después de más de tres décadas perdida, contó, como pintoresco protagonista, una borriquilla auténtica, en cuyos lomos se situó un niño de Primera Comunión.