Las viviendas del barrio de San José Obrero de Segovia serán sometidas a un diagnóstico energético, gracias a un proyecto municipal que ha sido incluido en un programa de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y la Fundación La Casa que Ahorra dirigido a hábitats urbanos.
La concejala de Medio Ambiente, Paloma Maroto, se ha mostrado satisfecha con la inclusión de este barrio del municipio en el citado programa, ya que sólo han sido seleccionados cinco proyectos de un total de 31 presentados.
Desde este área municipal se optó por el proyecto de este barrio de los años cincuenta porque en este momento ha comenzado otro programa, en este caso un ARI (Área de Rehabilitación Integral) “Pensamos que podía ser interesante aprovechar esta circunstancia y, además, se trata de viviendas que tienen ya más de medio siglo”, ha puntualizado Maroto.
Ante la convocatoria se buscó una iniciativa novedosa que no cayese “en lo típico, como hubiera sido, por ejemplo, solicitar el programa para el diagnóstico de dependencias municipales”, ha añadido la concejala.
La Fundación La Casa que Ahorra y la FEMP realizaron la convocatoria en virtud a un convenio entre ambas entidades y han calificado de gran éxito la respuesta de los municipios.
La selección de los proyectos la ha desempeñado una comisión constituida por representantes de ambos organismos y entre los criterios que han prevalecido se encuentra el compromiso del municipio en actuaciones de mejora de eficiencia energética.
El objetivo del programa es sensibilizar a todos los sectores de la sociedad sobre la importancia de la eficiencia energética en la edificación y los beneficios que puede reportar para el ahorro económico y energético, la protección del medio ambiente y la creación de empleo.
Para el citado diagnóstico se elaborarán termografías de fachadas y se utilizarán herramientas complementarias. Los resultados se darán a conocer mediante acciones de difusión pública a los ciudadanos del municipio para informar y sensibilizar sobre la importancia que pueden llegar a tener las pérdidas energéticas en las viviendas y sobre las medidas al alcance de cualquiera para reducirlas de forma importante.
Más de un 40% de la energía utilizada en los países de la Unión Europea se consume en sus edificios y, de este consumo, entre un 50% y un 70% se utiliza para calefacción y refrigeración de viviendas y edificios no residenciales. Sin embargo, más de la mitad de esa energía se pierde debido a la ineficiencia de las fachadas, ventanas y cubiertas de los edificios.
