Los militares españoles que conformarán el contingente español en Irak para participar en la operación de la coalición internacional contra el Estado Islámico estarán desplegados en la capital de este país, Bagdad, y sus alrededores, además del cuartel general conjunto que está ubicado en Kuwait.
Así lo indicó ayer el ministro de Defensa, Pedro Morenés, durante su comparecencia en el Congreso para informar del desarrollo de las misiones en el exterior, en la que remarcó que “la estimación temporal del despliegue oscila entre la práctica inmediatez —principios de enero— para el personal de mando y control y para el equipo de adiestramiento de operaciones especiales, más sencillo de desplegar, hasta febrero para aquellos que mayor carga logística requieren”.
Los 300 militares que formarán el contingente español de la misión contra el Estado Islámico, denominada ‘Inherent Resolve’, se dedicarán principalmente a formación y asesoramiento del Ejército iraquí de cara a poder contener el avance del Estado Islámico.
Tres localizaciones
Según explicó Morenés, el equipo de entrenamiento y formación de capacidades podría desplegarse en las proximidades de Bagdad —a unos 57 kilómetros por carretera al este— o en la cercana localidad de Besmayah —situada al sur de la capital—. Compartirá labores y acuartelamiento con personal iraquí y estadounidense.
Asimismo, el equipo de adiestramiento de operaciones especiales desplegará finalmente en Bagdad, en las instalaciones que los aliados tienen allí en el centro de apoyo diplomático de Bagdad, el recinto multifunción más grande de todo el país árabe. Los militares españoles estarán con tropas norteamericanas, alemanas, holandesas, noruegas, francesas y australianas, entre otras.
Por último, el personal de cuarteles generales se repartirá en varias instalaciones, en la capital de Irak y fuera del país, concretamente en el cuartel general conjunto ubicado en el vecino Kuwait.
Aunque la misión fue autorizada por el Congreso en octubre, el ministro señaló que todavía no ha podido ser desplegada porque tanto el planeamiento como la puesta en marcha sobre el terreno de una operación de estas características “no es nada sencillo”.
“A esta complejidad se suma la inestabilidad en Irak, las necesidades de coordinación con los socios de la coalición internacional y el cierre de los acuerdos bilaterales con Irak, imprescindibles para el desarrollo de la misión, que por fin se han podido concluir”, remarcó.
