Las fuerzas leales al Gobierno de Bashar a Assad bombardearon de nuevo ayer la localidad de Duma, un día después del letal ataque contra un mercado que dejó alrededor de un centenar de muertos, según informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. “Guta Oriental está siendo testigo de violentos bombardeos por parte de las fuerzas del régimen sirio”, lo que ha obligado a los rebeldes que controlan la zona a declarar el toque de queda para evitar más muertes de civiles. “Dadas las circunstancias que estamos experimentando por las operaciones militares contra civiles por parte de las fuerzas ‘assadistas’ e iraníes, hemos declarado un toque de queda en las ciudades de Guta Oriental”, proclamó la Policía en un comunicado.
El ataque perpetrado el domingo contra un mercado del centro de Duma, en Guta Oriental, a apenas 15 kilómetros de Damasco, es uno de los más letales registrados en los cuatro años de guerra civil. De momento, se han recuperado 96 cadáveres, incluidos niños. Una fuente de la Fuerza Aérea siria explicó que los bombardeos sobre Duma y la cercana Harasta forman parte de la campaña contra el autodenominado Ejército Islámico, en respuesta a la última ofensiva rebelde. “Cualquier escalada (de violencia) sobre Damasco tendrá una fuerte respuesta”, advirtió. Además, la fuente militar denunció que el Ejército Islámico ha ubicado su cuartel general en núcleos urbanos usando a los civiles como escudos humanos. “No tenemos ninguna presencia en áreas residenciales”, afirmó el portavoz rebelde Islam Alloush.
La Coalición Nacional responsabiliza a la débil posición del Consejo de Naciones Unidas. La ONU ya ha condenado estos bombardeos, insistiendo en que cualquier ataque contra la población civil es “ilegal e inaceptable y, por tanto, debe parar”. «”stoy particularmente afectado por los ataques aéreos de ayer que han dejado cientos de víctimas en el centro de Duma”, dijo el coordinador de Emergencias, Stephen O’Brien.