La Universidad de Valladolid ultima los trámites para poder empezar en el mes de mayo los trabajos de limpieza y retirada de escombros del solar donde está proyectado construir la segunda fase del campus María Zambrano.
Los planes del Vicerrectorado de Segovia se centran en cumplir todas las tareas de desescombro, de acuerdo a la normativa pertinente sobre retirada y tratamiento de estos materiales, a lo largo de la primavera y el verano para que antes de septiembre el solar esté expedito. “Este es el plazo máximo que nos ponemos”, comenta el vicerrector Juan José Garcillán explicando que intentarán aprovechar las vacaciones de los estudiantes para realizar esta tarea y buscarán los medios para minimizar las molestias a los vecinos.
Los cascotes y desechos que se almacenan entre la maleza en la parcela situada entre las calles Coronel Rexach y Caño Grande corresponden al material de demolición del antiguo acuartelamiento de los Leones de Castilla, edificio que desapareció de fisonomía de la ciudad en verano de 2006.
De forma paralela, el Ayuntamiento de Segovia y el Vicerrectorado del campus María Zambrano dan pasos juntos para agilizar la tramitación que facilite el inicio de las obras y evita obstáculos burocráticos. Recientemente, la alcaldesa Clara Luquero y el rector Daniel Miguel han firmado la prórroga de cesión gratuita por ocho años del solar con destino a albergar los edificios universitarios pendientes de construir. Se trata de “un mero trámite que, en todo caso, muestra la voluntad de colaboración”, aseguran fuentes de ambas instituciones. Pero lo cierto es que este “mero trámite” ahora resuelto llevaba años de retraso ya que el acuerdo inicial de cesión había expirado en mayo de 2011.
Además, el concejal de Urbanismo, Alfonso Reguera, y el vicerrector Juan José Garcillán han confirmado la creación de una comisión mixta de trabajo que irá haciendo un seguimiento constante del diseño del proyecto básico de las obras de la segunda fase, con el fin de procurar que se ajuste desde el inicio a la normativa de la ciudad para evitar que después haya obstáculos en la concesión de licencias y errores a subsanar, que retrasen el inicio de las obras.
El proyecto, para octubre
El grupo de trabajo estará formado por técnicos municipales, representantes de la Unidad Técnica de Arquitectura de la Universidad de Valladolid y los arquitectos Ignacio Linazasoro y Ricardo Sánchez, autores del proyecto original del campus María Zambrano. El objetivo es que cuando acaben los trabajos de limpieza y movimiento de terrenos, esté preparado el proyecto básico para después sacar el de ejecución. “Nos gustaría tenerlo aprobado a finales de octubre”, asegura Garcillán que da paso después a la licitación de las obras de construcción que se iniciarían en abril de 2016. El vicerrector recuerda que la última previsión contempla que las instalaciones puedan estar al uso en 2018.
Toda la actividad que a lo largo del presente año se desarrolle será financiada con recursos de la Universidad, de forma que la primera aportación de la Junta de Castilla y León llegará en 2016.
La construcción de la segunda fase requiere un presupuesto de 10,5 millones de euros. El nuevo proyecto estará cofinanciado por la Consejería de Educación con 7,5 millones de euros, que serán aportados en las anualidades de 2016 y 2017, y por la Universidad de Valladolid con tres millones de euros, aportados en 2015, 2016 y 2017.
