El Rafael Nadal que volará mañana a Chile para regresar al tenis tras siete meses de ausencia es ‘otro’ Nadal: tiene una nueva raqueta que en poco tiempo podría ser casi de ciencia ficción, un enfoque diferente para sus negocios y abre nuevas incógnitas en cuanto a su juego.
¿Volverá a ser el que fue? La pregunta se la hacen todos, aunque a los responsables del programa antidoping de la Federación Internacional (ITF) les da igual: bastó que el balear confirmara su regreso al circuito para que le hicieran cuatro controles en dos semanas. Y en total fueron más, «seis o siete», según indicó el presidente de la ITF, Francesco Ricci.
Sin embargo, las horas y días de Nadal desde que, recuperado de su lesión, volvió a empuñar una raqueta, han pasado por adaptarse a su nuevo arma de trabajo: la nueva raqueta de Babolat. «El tío Toni lo presionó a Rafa para cambiar. Si quieres ser mejor, tienes que arriesgar», aseguró Eric Babolat, dueño de la empresa que fabricó su nueva ‘arma’.
Y mientras Nadal prepara su regreso en Viña del Mar, sus negocios adquieren una nueva dimensión. Carlos Costa, desde hace años manager del mallorquín, ha creado una sociedad con el padre del tenista. Ya no hay comisiones que pagar ni nada que discutir: el control está en sus manos.
Con la raqueta definida y los negocios encaminados, la gran pregunta pasa por el tenis del siete veces campeón de Roland Garros. ¿Volverá a los 26 años con la fuerza y los resultados de sus mejores momentos? Hay grandes figuras que expresan sus dudas.
«Va a necesitar tiempo. Los otros jugadores pierden mucho respeto por el nivel» de un tenista tras una pausa tan prolongada, aseguró el sueco Mats Wilander.
«Sea cuál sea el tiempo que estés fuera, necesitas el doble para volver al mismo nivel en el que estabas», afirmó Andre Agassi.
Sin embargo, Novak Djokovic piensa diferente: «Rafa es siempre el favorito en tierra batida, claramente el jugador a batir».
