Los actos de vandalismo regresaron la noche del viernes al sábado a la ciudad. En el paseo del Obispo de la capital, un lugar con escasas viviendas y, por lo tanto, tranquilo y poco transitado por peatones, varios vehículos aparecieron con las ruedas pinchadas.
Todo indica que se trató de actos intencionados, ya que uno de los afectados explicó que eran al menos siete los automóviles con los neumáticos dañados e incluso que en algún caso fueron las cuatro ruedas las que habían aparecido desinfladas debido a la acción de uno o varios vándalos. Además se da la circunstancia de que no se discriminó entre los vehículos estacionados, ya que los afectados son de gama y antigüedad diferentes.
Los propietarios de algunos de estos turismos tuvieron que avisar a servicios de grúa para poder retirarlos y cambiar así las ruedas “rajadas”.
Fuentes de la Subdelegación del Gobierno informaron a las 13,00 horas que hasta ese momento no se habían producido denuncias relacionadas con estos hechos en la Comisaría de Policía Nacional, aunque no es descartable que se produjeran después o que se tramitaran a través de la Policía Local.
No es la primera vez que los fines de semana se producen actos vandálicos en la ciudad y en los que los responsables se amparan en la oscuridad y la soledad de la noche.
En este sentido, el año pasado el barrio de El Salvador sufrió durante la madrugada del sábado 5 de mayo diversos actos vandálicos que afectaron tanto a mobiliario urbano como a propiedades privadas. En esa ocasión los autores arremetieron contra una señal informativa de la iglesia parroquial, que arrancaron a cuajo,varios canalones del templo retirados con violencia y dañaron una máquina expendedora de bebidas, instalada en el exterior de un bar, además de retrovisores de vehículos y contenedores.
