En un librito publicado en 1938, en plena Guerra Civil, el Marqués de Lozoya confirmaba a Otero de Herreros como uno de los cinco centros más activos y radicales de la “extrema izquierda” en la provincia de Segovia durante la Segunda República. ¿Qué había sucedido para que un pequeño pueblo de la sierra segoviana cayera en tal furia de extremismo, amenazas e insubordinación contra un Ayuntamiento que, además, se encontraba gobernado por la misma izquierda cuyos miembros más exaltados atenazaban la vida municipal?
El periodista y escritor Javier Monjas Blasco acaba de publicar “1936: El rencor en Segovia”, un ensayo que lleva por subtítulo: “El caso de Otero de Herreros: Oligarquías, prohombres y desamortizaciones en el origen de un pueblo revolucionario”. En este trabajo, que se presentará mañana jueves 6 de agosto, a las 20,00 horas, en el Centro Cultural de Otero de Herreros, los archivos, especialmente el municipal, y las tensas actas de aquellos plenos municipales, resucitan un clima exacerbado que terminó engullendo al propio gobierno local —de mayoría socialista— en el incontrolado radicalismo de sus propios compañeros.
En “1936: El rencor en Segovia”, Monjas retrocede hasta el origen inmediato de aquel clima enfurecido previo al golpe de Estado de julio de 1936, a la simbólica fecha del 1 de mayo de 1855 en que se promulga la Ley de Desamortización de Pascual Madoz durante el denominado Bienio Progresista. Al amparo de la normativa, Otero de Herreros perderá la práctica totalidad de sus bienes comunales, privatizados en un proceso recrudecido por las ansiedades y la impotencia del concejo y los vecinos, proceso que se convertiría en un caso especialmente grave entre los municipios desamortizados por las masivas enajenaciones ejecutadas.
Según Monjas, “se conforman a partir de entonces dos oligarquías: una, modesta, de propietarios locales, y otra mucho más potente, la de los nuevos terratenientes provinciales de la incipiente burguesía segoviana basada en las profesiones liberales y el comercio, a la que se unen las grandes haciendas provenientes del Antiguo Régimen, como la del Marqués del Arco”. De esta forma, según el autor del estudio, los capitales que podrían haber ido destinados a la creación de desarrollos industriales quedaron enterrados en vastas haciendas rústicas, irrelevantes para el desarrollo de una provincia esclerotizada en un lejano pasado.
Entre los integrantes de la nueva oligarquía burguesa segoviana destaca la figura del abogado, hombre de negocios y cronista, Carlos de Lecea, quien, mientras acomete en sus libros la defensa de la integridad territorial de Segovia y condena las usurpaciones de las desamortizaciones contra su territorio histórico, él mismo se convierte en el principal beneficiario de la enajenación de las propiedades de los propios y del común que caen subastadas en las misma condiciones irrisorias que, de forma simultánea, él mismo denuncia en sus publicaciones.
“En un desarrollo que comienza a enconarse durante la Dictadura de Primo de Rivera, los agravios y los ajustes de cuentas con la Historia desembocarán en la insubordinación de una izquierda radical que, sin embargo, descargará en los legítimos propietarios locales de las tierras desamortizadas todas las tensiones de la desposesión a que el pueblo había sido sometido, propietarios locales que, por otra parte, habían colaborado con la oligarquía de la capital segoviana en el control del proceso desamortizador”, añade Monjas.
Según el periodista y escritor, “de todos aquellos acontecimientos, aún en la actualidad bullen en la memoria colectiva de Otero viejas reminiscencias deshilachadas, descontextualizadas, como zombis de un omitido pasado, cebadas de generación en generación por confusos recuerdos que ya hace mucho que perdieron los agravios iniciales que las otorgaron la inconsciente vida que aún hoy mantienen; ahora, todas aquellas sombras salen a la luz y se difuminan en la realidad de los documentos, de las fechas y de los datos”.
Residente una gran parte del año en Otero de Herreros, en donde vivió y vide desde hace siglos su familia materna, Monjas publicó en 2013 “Otero de Herreros: La historia rescatada”, un trabajo en dos grandes volúmenes en el que devolvió a la localidad su pasado medieval.