El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, respaldó ayer las decisiones tomadas por el Banco Central Europeo la semana pasada para rebajar los tipos de interés e inyectar liquidez al sistema bancario como «una contribución muy poderosa» para apoyar el crecimiento y el empleo, pero instó a los Gobiernos europeos a persistir en las reformas.
«Las decisiones del BCE la semana pasada son una contribución muy poderosa de política monetaria a los esfuerzos para el crecimiento y, por tanto, la creación de puestos de trabajo. La acción determinante de la entidad internacional es un reconocimiento del trabajo fuerte que se ha hecho en toda la Unión Europea en otros ámbitos, especialmente en la consolidación fiscal y reformas económicas», defendió el dirigente comunitario durante el arranque del Foro Económico de Bruselas.
«Esto frecuentemente se subestima. El progreso en la consolidación fiscal, las reformas estructurales y las garantías institucionales no solo tienen mérito en sí, sino que crean las condiciones para la posición política del BCE», defendió, insistiendo con todo en la «plena independencia» con la que cada institución toma sus propias decisiones.
Eso sí, Barroso avisó a los Gobiernos europeos de que «los ciudadanos quieren resultados, quieren ver que sube el empleo y el crecimiento» y recalcó que la Comisión Europea les ha indicado cuál es el camino para apuntalar la recuperación económica a través de sus recomendaciones específicas y concretas para cada país.
