Las principales instituciones relacionadas con el Aserradero de Valsaín confían en que los cambios que puedan llevarse a cabo en sus instalaciones no supongan ningún efecto sobre la plantilla.
Así lo mantienen desde el Ayuntamiento de La Granja de San Ildefonso y desde la Subdelegación del Gobierno.
Aunque nadie ha confirmado que se vaya a cerrar la instalación, algunas fuentes han reconocido que su actividad es deficitaria desde hace algunos años.
En todo caso, fuentes de la Subdelegación del Gobierno han señalado que si no se llegara a ningún plan para hacer rentable su actividad o se optara con un nuevo modelo de gestión “ningún puesto de trabajo correría peligro porque podría reubicarse a los empleados”.
Desde el Ayuntamiento granjeño, su alcalde, José Luis Vázquez ha recordado que existe un compromiso por parte de Parques Nacionales de mantener el cien por cien del empleo, y existe una “absoluta coordinación entre Ministerio de Medio Ambiente, a través de Parques Nacionales, y el Ayuntamiento a la hora de intentar articular cuantos mecanismos sean necesarios para que el Aserradero de Valsaín mantenga su actividad”, explicó.
“Entiendo la inquietud de todos —señaló el alcalde— pero indudablemente lo que no vamos a hacer es dejar de seguir trabajando y luchando, con una actitud de compromiso para con los trabajadores”. Tras insistir en que el empleo está asegurado, abogó por seguir buscando un modelo de gestión “que garantice la permanencia de la actividad de una forma sólida y rentable”. A su vez reprochó las manifestaciones negativas sobre el futuro de la instalación, y a las que calificó de “irresponsables”, en clara alusión a los concejales del PP, que habían señalado el posible cierre a través de una carta enviada al ministro Arias Cañete para que lo evite.
El Aserradero de Valsaín es una de las instalaciones más representativas de toda la zona. Sufrió un grave incendio el 1 de octubre de 2005, y posteriormente se acometió un proceso de automatización de la producción, a través de maquinaria puntera, que supuso una inversión de 2,8 millones de euros. El volumen de producción anual es de 10.000 metros cúbicos de madera elaborada de pino de Valsaín en un único turno de ocho horas.
El Aserradero produce las medidas comerciales que demanda el mercado: tablones de 2,5 centímetros de grueso, de 5 y de 7,5, con un ancho de 200 milímetros. El precio de la madera puede variar de los 600 euros el metro cúbico de la de primera categoría, a los 100 euros por metro la de cuarta. En cuanto al personal que trabaja en las instalaciones, existe una plantilla de unas 53 personas, entre los empleados propios y los procedentes de subcontratas, aunque el Aserradero genera unos 150 empleos más.