La esperada Navidad para los productores ganaderos segovianos no está siendo tan exitosa como se esperaba. Los productos más selectos de la producción pecuaria, que se identifican con el consumo navideño y que son mayoritarios, como los corderos, llevan varias semanas registrando precios más bien bajos.
Aunque en las fechas prenavideñas se producían fuertes subidas de precios por el aumento de la demanda, el mes de diciembre se ha caracterizado por el bajo valor de los corderos lechales, tanto el normal como el que opera con la marca de garantía Segolechal.
La razón fundamental es la importante entrada de producto procedente del extranjero, en concreto desde Francia.
El cordero lechal se paga ahora, según la Lonja del pasado jueves, a 5,15 euros el kilogramo. En el pasado mes de marzo, se pagaba a 3.60. Y en pleno mes de agosto, que se ha convertido en la época de mayor consumo interno, cotizó a 5,90. Es decir, todavía le quedaba margen para subir, y contra lo que suele pensarse, no es en Navidad cuando más caro está el cordero, al menos lo que cobra el ganadero.
Esta situación de precios más bajos que los habituales ha generado conflictos en las últimas semanas en el seno de la Lonja de Segovia, donde se han tenido que cerrar algunas mesas de precios sin marcar una cotización de referencia.
El presidente de la Lonja ha debido mediar entre las partes enfrentadas, ganaderos y mataderos. Y tras reconocer que los precios del ovino «no han subido como se esperaba», lo ha explicado por el importante volumen de importaciones de corderos procedentes de Francia. «Es cierto que se mantiene firme con precios más bien altos el cochinillo, pero el cordero, debido a las importaciones de corderos de Francia».
Todo el mundo coincide en que el cordero francés presenta peor calidad, pero no es menos cierto que le quita ventas al cordero lechal de Castilla y León.
En este sentido, muchos ganaderos siguen reclamando que se identifique el origen de estos animales a la hora de ser vendidos en las grandes superficies. “Esta semana han cotizado en 55-57 euros, que es el precio operativo, e incluso algunas partidas han llegado a los 60 incluso, pero aún así los ganaderos se ven insatisfechos en fechas en que deberían ser las de mayor cotización, pues las Navidades y fiestas de Año Nuevo no responden a las expectativas”, añade Nicéforo González.
En esta tesitura se produce la paradoja de que algunos años es en verano cuando el cordero está más caro, cambiando así la tendencia que hubo durante muchos años.
A la bajada de precios producido por las importaciones, también se suma el hecho de que algunas cooperativas ganaderas dedicadas a la producción de leche de ovino tratan de quitar lo antes posible los corderos para aprovechar al máximo la producción láctea de la oveja. “Venden a precios bajos para quitarlos cuanto antes”, justifica González.
En lo que se refiere a los cochinillos, la situación está resultando más favorable a los ganaderos, pues no existe la presión exterior que acucia al ovino.
De modo gráfico el presidente de la Lonja explica la contradicción que se da entre ambos sectores, pues “el precio es casi igual de un cordero y un cochinillo, cuando una oveja pare como mucho dos animales, y una cerda, una docena”. “De ahí el descontento de los ganaderos de ovino”.
Al margen de estas diferencias, el cochinillo es un producto que en los últimos años se ha ido afianzando en Segovia y cada año crece el número de sacrificios.
También dentro del porcino, destaca en estas fechas el cerdo ibérico que tiene los precios más elevados de la historia, aunque tras una crisis importante que dejó las explotaciones vacías.
IPC poco voluble.- Los precios de la mayoría de los alimentos están experimentando este año unas variaciones menos acusadas que en navidades precedentes. Según los datos del Gobierno, el Índice de Precios de Consumo (IPC) subió dos décimas en noviembre respecto al mes anterior (al igual que en España) y la tasa interanual (es decir, la variación de los precios registrada durante los últimos doce meses) se sitúa en el 0,4 por ciento en Castilla y León, dos décimas más que la media nacional (0,2 por ciento) y tres décimas más que el mes anterior, según los datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En lo que va de 2013 el IPC ha aumentado tres décimas en Castilla y León, en este caso una décima más que en el resto del país, donde ha crecido un 0,2 por ciento. De este modo, Castilla y León se sitúa como la tercera comunidad, junto con Galicia, más inflacionista sólo superada por Cantabria y País Vasco (0,8 y 0,6 por ciento en cada caso). Por sectores, el mayor descenso de los precios en el mes de noviembre se registró en la partida de ocio y cultura, con un -0,9 por ciento, seguido del registrado en hoteles, cafés y restaurantes (-0,6), transporte (-0,5) y vivienda (-0,4). Mientras tanto, aumentaron los precios de la partida de vestido y calzado (5,0 por ciento), seguida de los incrementos experimentados en menaje (0,3), alimentos y bebidas no alcohólicas (0,2) y enseñanza y otros (0,1 por ciento) mientras que en alcohol y tabaco, medicina y comunicaciones los precios se mantuvieron invariables.
