El escándalo de las escuchas ilegales del News of the World se cobró ayer otra nueva víctima, el subcomisario de Scotland Yard, John Yates, quien dimitió ayer, apenas un día después de que el jefe del Cuerpo, sir Paul Stepheson, abandonase también el cargo tras verse salpicado por las prácticas ilegales del dominical, ya clausurado, del magnate de la comunicación Rupert Murdoch.
El número dos de las fuerzas del orden del Reino Unido estuvo a cargo de la primera investigación del caso de los pinchazos del tabloide, iniciada en 2006, pero decidió en 2009 dar la trama por cerrada. Sin embargo, nuevas pesquisas demostraron que la Policía contaba con 11.000 páginas de pruebas que no habían sido examinadas.
Yates, que se resistió hasta última hora a dimitir, fue quien contrató a Neil Wallis, ex director del dominical, como consultor de Scotland Yard. Finalmente, optó por abandonar, en vistas de que la comisión disciplinaria de la Policía, reunida ayer, le suspendiera.
El alcalde de Londres, Boris Johnson, aseguró que esta renuncia es «lamentable», pero que es «la decisión correcta», las mismas palabras que usó con la marcha de Stephenson.
Los dos ex altos cargos de seguridad tienen previsto declarar hoy ante el comité de Interior de la Cámara de los Comunes sobre el caso de las escuchas.
También comparecerá Rebekah Brooks, ex consejera delegada de News International, que estuvo detenida el domingo durante 12 horas para después ser puesta en libertad bajo fianza. La periodista estará acompañada de su ex jefe, Rupert Murdoch, y el hijo de éste, James.
Quien no se encontrará en la sesión es el primer ministro, David Cameron, que volverá a última hora del día de su gira por África, y pidió una jornada más en el Parlamento para explicar las novedades entorno al escándalo y responder «a las preguntas que surjan».
El premier, además, trató de distanciarse de la renuncia de los principales mandos de Scotland Yard, argumentando que el papel de ese organismo en las escuchas fue muy diferente del desempeñado por su Gobierno.
La Policía británica está siendo muy presionada en la crisis de los pinchazos porque, además de cerrar la investigación de las escuchas con la mera detención de dos personas en 2007, varios agentes aceptaron durante años sobornos del tabloide a cambio de información.
Por todo ello, la ministra del Interio, Theresa May, admitió su inquietud por la relación de las fuerzas del orden con los reporteros del News of the World, un temor que ya había manifestado la semana pasada a Stephenson, elegido en 2009 y que debía encargarse de la seguridad de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
