Como anterior presidente de la Asociación Empresa Familiar de Castilla y León, y como segoviano, donde abundan este tipo de sociedades ¿qué opinión tiene de ellas?
En general, las empresas familiares gozan de buena salud. Y en la actual situación de crisis están demostrando que son las que apuestan de forma generosa anteponiendo su propio patrimonio y arriesgando los recursos de la familia para poder sobrevivir y seguir adelante.
En cuanto a la asociación, creo que hace un enorme servicio y me parece que estando juntos vamos aprendiendo las distintas herramientas disponibles y vamos innovando, de modo que solos no podríamos avanzar. Todo ello tiene un efecto multiplicador. La asociación está cumpliendo con ese cometido de efecto interactivo. Hace falta que las empresas familiares que no están integradas, se asocien. Además, las organizaciones empresariales pueden divulgar y ayudar para que estas empresas no se encuentren solas. Esta labor es importante y valiosa.
La actualidad económica de Segovia gira ahora en torno a las cajas ¿Cómo ve el futuro de las entidades y en concreto de Caja Segovia?
No estoy en ningún consejo de administración de las cajas y no conozco de primera mano su situación interna. Pero hemos de ser optimistas y hacer que todos se decanten por la mejor opción, compatibilizando lo que todo el mundo quiere: lo mejor para Caja Segovia, y sin perder de vista el horizonte de la importancia que tiene disponer de un buen músculo financiero regional. Por eso hay que ir de la mano de las autoridades regionales y del Banco de España. Parece que las distintas opciones que se manejan cuentan aparentemente con este beneplácito, tanto del gobierno de la Junta, como del principal partido de la oposición, como del Banco de España. Únicamente parece que se han quedado al margen los sindicatos y patronal, pero confío en que con una puesta en común se consiga una visión compartida, por el bien de todos.
Otro proyecto en el que está muy implicado es en el Centro de Acuicultura ¿Se apoyará desde la Cámara?
Seguro. El disponer de un centro como éste en Segovia está lleno de oportunidades. Será un salto de gigante para toda Castilla y León y para las empresas relacionadas con la acuicultura. Este centro puede ser determinante para que nuestras empresas mantengan su ventaja competitiva, para el desarrollo de sus productos, de su tecnología y de los servicios que luego sacamos al mercado. Pero también es importante para el propio aprovechamiento de toda la Comunidad en cuanto a los recursos naturales de que disponemos. La acuicultura es una fuente importante y supone una actividad de futuro como proveedora para la población mundial. Irá sustituyendo a la pesca tradicional que está muy saturada, con caladeros cada día más explotados y con población en constante incremento. Además los hábitos alimenticios también incrementarán el consumo de pescado por razones de salud. En definitiva, las empresas que están relacionadas con la acuicultura están bien posicionadas y son, por lo general, exportadoras. De las empresas que son productoras hay algunas de primerísimo nivel y este Centro puede ser inductor para otras especies alternativas, que además eran tradicionales en nuestra tierra, como la producción, no sólo de truchas, sino también de tencas, por ejemplo.
