La secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, ha adelantado esta estimación, que supone que las emisiones estarían un 42 por ciento por encima de las de 1990 (año de referencia para el Protocolo de Kioto), frente al 52 por ciento del año 2007.
La secretaria de Estado ha subrayado que, de confirmarse estas previsiones, sería «la caída más importante» de las emisiones registrada en España.
Las emisiones ya verificadas de los sectores del sector eléctrico e industrial, que suponen el 45 por ciento del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero, bajaron el año pasado un 12,4 por ciento, una reducción que Ribera ha calificado de «significativa».
La secretaria de Estado ha desvinculado esta disminución de emisiones de la crisis económica y la ha achacado a un cambio «significativo» en las pautas de consumo energético y en los usos del transporte.
Además, según Ribera la bajada del precio del carbón en los mercados internacionales y de la tonelada de CO2 permite «incentivar formas de generación (de energía) mucho más sostenibles desde el punto de vista del cambio climático».
