En las últimas semanas, las aulas de la Escuela Infantil ‘Pasitos’ cambian por la tarde su actividad educativa para transformarse en improvisados talleres de corte y confección en los que preparar los más de 80 disfraces que este año lucirá la comparsa que lleva el nombre de la guardería en el carnaval segoviano. Madres y padres suman sus esfuerzos para conseguir llegara a tiempo para el desfile inaugural del próximo sábado con los disfraces terminados, que este año tendrán como eje argumental el espacio, quizá influenciados por el reciente éxito de la película «The Martian».
Con tan sólo tres años de experiencia en el carnaval, Pasitos ha conseguido hacerse un hueco entre las comparsas segovianas aportando a la fiesta la posibilidad de compatibilizar la vida familiar con eventos de esta naturaleza. Belén Sierra, responsable de la guardería, señaló que el origen de la participación en el carnaval surgió como una actividad más de las muchas que ofrece el centro, en la que se combina el carácter lúdico de esta celebración con el esfuerzo compartido por padres e hijos para hacer posible toda la infraestructura que el hecho de salir como comparsa lleva consigo.
Así, en sus tres participaciones en el carnaval, la premisa fundamental era encontrar motivos para los disfraces fáciles de confeccionar y que no supongan un gasto excesivo; además de poder mostrar a los niños las posibilidades de pasar un buen rato todos juntos. De este modo, el proceso que lleva desde la idea inicial de los disfraces hasta la participación en los desfiles carnavaleros se lleva a cabo de forma conjunta y consensuada por padres e hijos.
Este año, la comparsa ha querido hacer un guiño a la importancia del reciclaje y en su disfraz emplearán elementos como cartón y plástico sacados de cajas, botellas de leche y refrescos que también ejemplifican la voluntad del grupo de demostrar que «con poco dinero se pueden hacer muchas cosas».
Los verdaderos protagonistas de la comparsa, integrada por cerca de 80 personas entre mayores y niños, son los más pequeños, que en estos días en los que no hay cole disfrutan de manera especial junto a sus padres de unas jornadas de fiesta. «Los niños se lo pasan fenomenal, porque además de estar con sus amigos, disfrutan junto a sus padres -explica Belén Sierra- y sobre todo en los desfiles del carnaval en el que los desfiles del carnaval donde les ven todos los segovianos».
El sábado será la primera cita de la comparsa con la calle, a la que en el primer año pisaron como magos, el segundo año como pollos y este año como astronautas de una peculiar estación espacial; con el denominador común de una fiesta que año tras año se empeña en demostrar que no tiene edad… ni edades.
