No todo lo que reluce es oro: el título en Sao Paulo ha sido solo una alegría momentánea para Rafa Nadal, comprensiblemente obsesionado con sus rodillas y dispuesto a saltarse dos grandes torneos para así asegurarse de que sus pies no toquen el cemento hasta el próximo mes de agosto.
«Después de Acapulco revisaremos el calendario y veremos si nos tomamos con un poco más de calma y preparamos la gira de tierra europea y pensamos en la rodilla o si tomamos la iniciativa de jugar la gira americana», indicó.
Indian Wells y Miami son los dos primeros Masters 1000 de la temporada. En los dos fue semifinalista hace un año, por lo que ambas citas son valiosas en la búsqueda de sumar puntos para el ‘ranking’ mundial, aunque el hecho de disputarse sobre cemento, una superficie muy agresiva para sus articulaciones, preocupa, y mucho, al español. En Miami 2012, afectado por problemas físicos, no se presentó a la semifinal ante el británico Andy Murray.
Cuando a Nadal se le mete algo entre ceja y ceja, no para. Frustrado por haber estado siete meses parado debido a una doble lesión de rodilla, su regreso a las pistas lo encontró con bríos renovados a la hora de hablar, con repetidas críticas a la ATP por las condiciones del circuito.
Así, Nadal salió al ataque apenas horas después de pisar Sao Paulo la semana pasada: «No me imagino a un futbolista jugando sobre cemento. Somos el único deporte que comete ese error. Para las futuras generaciones sería importante tener una vida tenística menos agresiva. La ATP se preocupa poco por los jugadores».
Pero como el manacorí sabe que la ATP no cambiará la estructura del circuito, al menos no antes de que él se retire, la opción de armarse su propio calendario aparece como la única posible quiere arriesgar lo mínimo.
Ya lo hizo cuando evitó acudir hace un mes a Abu Dhabi, Doha y el Abierto de Australia Australia para privilegiar torneos menores como Viña del Mar y Sao Paulo. Acapulco, ya un certamen de más envergadura, será también un alivio para su cuerpo.
Lento en sus reacciones, dubitativo en lo mental y con evidentes dudas a la hora de forzar el físico, al balear le alcanzó su enorme categoría de campeón para ser finalista en Chile y campeón en Brasil, pero sabe que Indian Wells y Miami, con los mejores del mundo en el cuadro, son palabras mayores. Federer ya renunció al segundo para preparar mejor la temporada sobre polvo de ladrillo. Si lo hace el suizo, ¿cómo no lo va a hacer Nadal?
«Vamos a ir pasito a pasito, tengo claro que para la rodilla es mejor empezar a jugar en tierra. Horas antes, el heptacampeón de Roland Garros fue incluso más claro.
«El objetivo ahora es intentar estar bien. Si eso sucede en un periodo de tiempo corto, ahí los objetivos serán ambiciosos. Si ocurre en forma más lenta, los objetivos serán pensados con más calma».
Ahora, instalado en un discreto refugio en el mar Caribe, Nadal prepara el torneo de Acapulco. Como él mismo dijo, podría caer «en picado» a mediados de año en el ‘ranking’ mundial. Pero sabe, también, que no se podría perdonar a sí mismo si, a los 26 años, su cuerpo vuelve a fallar por haber ido antes de tiempo más allá de lo prudente.
