La capacidad del candidato socialista a las elecciones generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, para dar titulares de prensa parece ilimitada, aunque algo monotemática, ya que, tras la juventud, los indignados y ETA, lleva varios días explicando -como reza su eslogan- la supresión de las diputaciones provinciales. Así, insistió en que «igual ha llegado el momento de reconsiderar y transformar» la función de las mismas porque, a su juicio, hay que hacer «un ejercicio de austeridad», ya que, según aseguró, su eliminación conllevaría un ahorro de 1.000 millones de euros: «Entre quitar maestros o médicos y quitar diputados provinciales, prefiero éstos».
Durante una reunión con colectivos sociales y vecinales de la ciudad de Vigo, Rubalcaba -que estuvo acompañado por el secretario general del PSdeG, Manuel Pachi Vázquez, y del alcalde, Abel Caballero- reconoció, en tono de epitafio, que estas administraciones «han cumplido un papel».
Además, el ex vicepresidente del Gobierno señaló que «si sirve, han de seguir haciéndolo», pero subrayó que «ha llegado el momento de reconsiderarlas» y pensar en el desahogo que su desaparición supondría para el erario público.
«A medida que consistorios y comunidades autónomas se han ido desarrollando, las diputaciones se han quedado en un territorio de nadie», indicó el candidato, progresista quien, aprovechando que estaba en Galicia, lanzó la pregunta de si «es necesaria» alguna institución entre el Ayuntamiento de Vigo y la Xunta.
No obstante, el que fuera ministro del Interior precisó que «otra cosa» son los municipios pequeños, por lo que defendió «mancomunar» servicios como puede ser la Policía, los servicios sociales, los Bomberos o el agua, a fin de abaratar costes.
En este sentido, abogó por el papel de apoyo a ayuntamientos modestos -«alguien lo tiene que seguir jugando»-, si bien insistió en que es necesaria una transformación de las actuales diputaciones que, según sus cálculos, gastan alrededor de 6.000 millones de euros al año.
Pese a las críticas recibidas desde Génova por centrar el debate político en las diputaciones, lo cierto es que todas las fuerzas políticas coinciden en señalar que el actual modelo administrativo no funciona, ya sea total o parcialmente, por lo que una mejor optimización de los recursos llevará aparejado un ahorro en las arcas que será muy bien recibido, principalmente por Bruselas. Así se expresó UPyD, que tiene claro que si no se aplica el tijeretazo, tendrá que venir la Unión Europea a obligar al Gobierno de turno. «La reforma del modelo territorial español es imprescindible, y la supresión de las diputaciones provinciales es una de las medidas a llevar a cabo», subrayó la presidenta de este grupo, Rosa Díez, que añadió que el debate es imparable y que esta medida la llevan defendiendo desde hace tres años.
Desde IU solo habló la federación andaluza, por boca de su coordinador general, Diego Valderas, que insistió en la necesidad de que «esas instituciones agotadas en el tiempo», se «reconviertan» para «permitir dar un impulso a lo local». Ante esto, abogó, en el marco del Estatuto de Autonomía de su región, por una administración comarcal, que plantearía «una mayor cercanía de la Administración a los administrados en el terreno municipal».
Pero no solo resultó interesante el debate suscitado en los partidos, sino también el nuevo episodio del enfrentamiento entre Rubalcaba y Griñán, que fue el único barón socialista en oponerse radicalmente a la propuesta del líder del PSOE. Así, la Junta quiso recalcar que su presidente cuenta con todo su apoyo, que no está solo, y que preside «la federación más importante de los socialistas en España, y el Gobierno autonómico de mayor tamaño». Como se puede apreciar, la tensión que existe a día de hoy entre Ferraz y Sevilla es enorme.