Que los temas económicos son importantes en un Ayuntamiento y en cualquier institución, más en los tiempos que corren, está claro. Que son cuestiones que no se cuentan entre las más entretenidas del mundo para la mayoría de los mortales, también. De este modo, la primera parte del pleno ordinario de marzo del Ayuntamiento de Segovia, celebrado ayer, 1 de abril, en la que se abordaron distintos temas económicos y fiscales se deslizó lenta y tediosa.
De “profunda pesadez” llegó a calificar el concejal popular José Antonio Garvía las intervenciones del concejal de Hacienda, Alfonso Reguera, una etiqueta que el alcalde consideró irrespetuosa pero que no se aleja de la realidad, y que es igualmente aplicable a los parlamentos del popular Juan Antonio Folgado.
Deuda, déficit, ahorro neto, inversiones y un buen montón de números y porcentajes, centraron unas extensas y prolijas intervenciones que al final, yendo a lo práctico, sirvieron para que el pleno quedase enterado de la liquidación del Presupuesto municipal y del Instituto Municipal de Deportes correspondientes a 2012, así como de que el Ayuntamiento ha cumplido con el objetivo de estabilidad presupuestaria marcado por el Gobierno. Se dio cuenta también de otras cuestiones en materia presupuestaria que hasta Reguera y Folgado consideraron “demasiado técnicas” como para entrar al detalle en ellas en una sesión de pleno.
En cuanto a la liquidación del presupuesto de 2012, en resumen, el concejal Reguera considera que fue “un año enormemente alentador, en el que, pese a la situación existente, se mantuvieron todos los servicios, se pagó a todos los proveedores, se rebajó la deuda municipal y se consiguió mantener el 85 por ciento de la inversión”. Folgado se refirió por el contrario a “la fuerte subida de los impuestos”, a la “falta de austeridad” y a un Ayuntamiento que “penaliza y casi persigue a las empresas” a base de impuestos, aunque reconoció que “el presupuesto está equilibrado y se ha reducido la deuda”.
