Con las heridas de la Guerra Civil aún abiertas, un grupo de amigas de la localidad segoviana de Carbonero el Mayor se reunían tras la celebración de la fiesta de San Antonio para poner en común su inquietud por la vida religiosa en junio de 1939. Lideradas por Genoveva Cuadrado, la iniciativa cuenta con el decidido apoyo del párroco Bernardino Arribas y el impulso definitivo del obispo Luciano Pérez Platero, que se pone al frente del proyecto de fundación de la nueva congregación, y tras tres años de espera, el 7 de marzo de 1942 tiene lugar en la iglesia del Seminario la ceremonia de consagración de las primeras Misioneras de Acción Parroquial, conocidas cariñosamente como las ‘carboneras’ significando el lugar donde la congregación comenzó a caminar.
75 años han pasado desde aquella fecha y la congregación ha multiplicado exponencialmente tanto su implantación en España como su extensión a otros países del mundo, pero siempre con el denominador común de la evangelización desde su carisma orientado al trabajo en las parroquias. Tres cuartos de siglo en el que las religiosas han experimentado los cambios sociales y espirituales de la sociedad, con el Concilio Vaticano II como dinamizador de su tarea pastoral que, tal y como dejaba escrito el obispo Pérez Platero, padre fundador de la congregación “debe promover hasta en los rincones más apartados de la parroquia una misión permanente y actuosa de vida parroquial”.
La hermana Maximina, superiora de la congregación, destaca el “orgullo” que supone alcanzar 75 años de trabajo al servicio de los demás, ya que aunque atesora ya una dilatada experiencia, puede considerarse todavía vital en comparación con otras congregaciones y órdenes religiosas. El trabajo diario en las parroquias al servicio de la liturgia y la catequesis de niños y jóvenes insufla en las religiosas el ánimo necesario para continuar con el desarrollo de su carisma misionero.
A la espera de tiempos mejores, ya que las vocaciones -como en el resto de organizaciones de vida consagrada de la Iglesia- escasean, Las Misioneras de Acción Parroquial continúan trabajando en Segovia en las parroquias de Nuestra Señora del Carmen y San Frutos, y mantienen la Residencia ‘Santa Teresa’ ubicada en la carretera de Palazuelos, que hace años albergara a estudiantes y que hoy está dedicada a la atención a las hermanas que han dejado la vida activa tras largos y fecundos años de trabajo pastoral.
En España, la congregación mantiene fundaciones en Madrid, Burgos, Albacete, Lleida, Jaén, La Coruña, Murcia y Cáceres, y expande su labor en países como Brasil, Venezuela, Angola o Chile, donde a buen seguro también se celebrarán actos conmemorativos de este 75 aniversario.
La iglesia de Nuestra Señora del Carmen será hoy el lugar elegido por la congregación para la celebración de sus bodas de diamante al servicio de los demás. A las 12,30 tendrá lugar una eucaristía presidida por el párroco Hipólito Prieto en el que se recordará a las hermanas que a lo largo de este tiempo han hecho posible la consolidación de la congregación. Así, la hermana Maximina señala que “cada momento plantea su desafío, por lo que hay que inventar, apostar, lanzarse, discernir y arriesgar porque el espíritu se hace presente continuamente”.
